Nombre del autor:Carlos Egea

Nos importa el Valencia

Les digo la verdad, estoy bastante asqueado de todo lo que rodea a la venta del Valencia. Asqueado y harto. Al final, el club se lo quedará aquel que no ponga mas de cien millones de euros y vuelva a negociar la deuda, no hay más. Ni mirlos blancos ni jeques generosos ni nada. No quedan demasiados ricos altruistas, nunca lo fueron; ni tampoco estamos vendiendo el producto con ilusión e inteligencia.

La generación perdida

El Valencia cumple 95 años y lo hace en un momento decisivo para su historia. Una historia que llevamos un tiempo olvidando. Parece que el pasado no sea importante, cuando es la base de un luchador presente y espero que de un esperanzador futuro. Todos nos vemos reflejados en esas efemérides. Recordando las imágenes color sepia del pasado y añorando esas conversaciones cuando hablábamos con nuestros padres de Cubells, Wilkes, Gaspar Rubio, Tonico, Asensí, Guillot… Eran cuentos maravillosos de gestas inolvidables.

Un café con José Luis

El miércoles tome un delicioso café con un amigo con mayúsculas, José Luís Oltra. Para muchos, entrenador de fútbol, de los buenos, y para mi un amigo de toda la vida. De los mejores. Me alegró verlo a él y a sus padres. El padre esta igual que hace 20 años, la mami pelea día a día con una sonrisa preciosa ante una cruel enfermedad que la mata por dentro pero que no podrá con ella.

Envidia sana de ‘Tiburón’ Puyol

El otro día anunció su despedida del Barça Carles Puyol. Sin ruido, sin dramatismos, sin folclore. «No estoy al nivel deseado y así no soy útil para el grupo». Perdonando dos años y mucho dinero, pero mucho, y dignificando una profesión que necesita ejemplos de madurez, integridad y nobleza.

Hoy rompo el pase

Los aficionados del Valencia CF tienen motivos para «romper el pase», uno de los dichos populares clásicos de Mestalla. Esa frase era veraz como la vida misma. Cuando el equipo no funcionaba, el seguidor demostraba su enfado rompiendo un pase que minutos mas tarde era pegado con pegamento o cola de la época. Era la manera mas radical de exteriorizar un enfado y también la más llamativa. Aquellos cartones que se picaban daban mas juego que las tarjetas de plástico actuales.

El fútbol de la calle

Si nos preguntaran cómo resumir una vida… ¿cuál sería su respuesta? Algunos harían un balance cronológico, otros destacarían momentos, la mayoría se quedaría con cuatro detalles, y algunos se tirarían horas y horas. Eso sí, sin contar nada.

Populismo contra realidad

No me gusta el populismo, nunca me gustó. Lleva acompañado algo de prepotencia, de sinrazón. Las masas son muy dirigibles en tiempo de crisis y jugar con sus sentimientos es demasiado fácil. El Valencia está viviendo días importantes, fundamentales. Días que marcaran su futuro y su historia. Entre todos la mataron y ella sola se murió. Ese es el club de vuestros amores: un moribundo que necesita de un milagro más que de un doctor.

Este Valencia no tiene alma

El martes estuve en Madrid con dos ‘locos’ valencianistas en el Calderón. Quería volver a sentir el gusanillo de viajar con el Valencia . Aun recuerdo la ilusión con la que vivi mi primer desplazamiento hace ya muchos años. Jugaba el Valencia en Alicante contra el Hércules. Tres a cero y a casa, con triplete de Kustudic. El viaje mitigó el dolor y todavía mi buen amigo Juanmi y yo lo recordamos con un cariño especial. Fue en el año 1979 y la gran reflexión es que todavía sufro con el Valencia pero, lo más importante, todavia conservo al amigo.

Simplemente fútbol, sin más

El fútbol es como la vida. O la vida es como el fútbol ¡Qué mas da! Todo lleva su tiempo, su espacio, su momento. Uno nace sin recursos, con un millón de dependencias. El día a día te hace liberarte. Y no se pueden saltar ni etapas, ni momentos, ni alegrías, ni llantos. Todo llega porque tiene que llegar.

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