Liberalismo no es codicia
Como ya sucediera con Alessio Rastani, aquel bróker impostor que hizo las delicias de la hinchada antiliberal por vestirse de la Bruja Avería y entonar aquello de “Viva el mal, viva el capital”, también en España hemos sido capaces de parir versiones especialmente antipáticas de los operadores financieros. Sin ir más lejos, desde hace unos …