Imagen exterior de la Basílica de San Jaime Apóstol de Algemesí donde veneran a

Algemesí se viste de gala con la festividad de la beata Josefa Naval

Algemesí se viste de gala con la festividad de la beata Josefa Naval. La localidad valenciana de Algemesí inicia hoy los actos de celebración de la festividad litúrgica de la beata Josefa Naval Girbés, nacida en este municipio de la Ribera (1820-1893) y en la actualidad en proceso de canonización. Los actos empiezan esta tarde y culminarán este domingo con una misa solemne y una procesión.

Así, la Basílica de San Jaime de la localidad acogerá una eucaristía solemne, a las 19.30 horas, en recuerdo de la beata, conocida popularmente como ‘Señora Pepa’. Durante la celebración presidirá la misa el vicario episcopal territorial de la vicaría VII, Luis Joaquín Molina, que llevará la casulla que el papa san Juan Pablo II empleó en la ceremonia de beatificación en Roma de Josefa Naval, en 1988, y que, posteriormente, donó a la localidad junto al cáliz que también utilizó en la misma celebración.

Al finalizar la misa, se dará a besar la reliquia de la beata, cuya imagen, una talla esculpida en madera en el año 1989, permanecerá expuesta hasta el domingo en la Basílica para que los devotos puedan venerarla.

Por último, el domingo se celebrará una eucaristía solemne, a las 17.00 horas, en la Basílica, que oficiará Ramón Hurtado, párroco de María Auxiliadora de Algemesí, con el mismo cáliz donado por san Juan Pablo II tras presidir con él la ceremonia de beatificación de la «Señora Pepa».

Posteriormente, la imagen y la reliquia de la beata recorrerán las calles de la población en una procesión, que se espera sea multitudinaria. Además, a lo largo de todo el domingo, la iglesia permanecerá abierta todo el día para recibir a los peregrinos que acudan para participar en las misas que se celebrarán, rezar el rosario, visitar el sepulcro de la beata y venerar su imagen y reliquia.

Josefa Naval fue beatificada el 25 de septiembre de 1988 por el papa Juan Pablo II, y se convirtió así en la primera mujer seglar no mártir de la época contemporánea que fue elevada a los altares. Se volcó en la formación humana, profesional y cristiana de niñas, jóvenes y también de madres de familia. y a los 28 años convirtió su propia casa en una escuela-taller de bordado, donde unía la formación profesional a la espiritual.

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