La música antigua llena las noches de verano en Guadassuar con gran afluencia de público que llenan las noches de verano de ésta localidad de Guadassuar y es que los vecinos de la población no quieren perderse el XIV Curso de Música Antigua que un año más está haciendo las delicias del espectador y está siendo el orgullo de Guadassuar.
Éxito de asistencia a los conciertos gratuitos que se están desarrollando dentro del XIV Curso de Música Antigua.
La noches de Guadassuar tiene un encanto y un sonido especial, gracias a los conciertos que se están desarrollando dentro del XIV Curso de Música Antigua que cada año se imparte en la localidad.
Los cursos están ofreciendo grandes resultados entre los alumnos y los participantes como oyentes; y ya trabajan incansablemente todas las secciones bajo las órdenes de grandes iconos del mundo de la recreación e interpretación histórica de la música antigua.
Alumnos y profesores están ofreciendo unas notables interpretaciones que son del agrado de los numerosos visitantes y aficionados que están acudiendo a esta música enmarcada dentro del contexto del final del Barroco.
Desde el patio del Centro Cultural, el miércoles destacó la Música de Cámara y el jueves el sonido del Clavicémbalo y el Consort de Flautas fueron los protagonistas de unos conciertos que van acompañados de explicaciones didácticas de cada uno de los temas y descripciones de los instrumentos utilizados en la recreación de obras del siglo XVIII.
La noche del viernes estará protagonizada por el sonido de la Orquesta Barroca que, este año y como novedad, será acompañada por la Danza Barroca a cargo de los alumnos y la profesora de esta disciplina, a partir de las 22:30 horas en el Auditorio de Guadassuar.
Para finalizar la serie de conciertos de esta edición, el sábado y también en el Auditorio, a las 20:00 horas, se está preparando un concierto fin de curso con el Canto de Cámara a cargo de los alumnos y el profesor Lluís Vilamajó y los Ministriles del Renacimiento, bajo las instrucciones del profesor Jean-Pierre Canihac.