Moda años 20 y maratón solidario en Cullera

Moda años 20 y maratón solidario en Cullera y es que esta población de la Ribera baja sigue dando seguimiento a la serie histórica de documentos conservados en el Archivo Municipal, donde hay publicaciones especializadas muy curiosas, hasta de moda veraniega del siglo pasado para todas las mujeres. Se puede encontrar una muestra de bikinis, sombrillas, vestidos de noche y de verano de los años 20. Estas imágenes están sacadas de una revista de edición semanal llamada «Estampa: Revista gráfica y literaria de la actualidad española y mundial», editada en Madrid en el año 1929.

Por otra parte, hoy, en esta localidad valenciana, Cullera, tendrá lugar a las 19.30 horas, el maratón solidario de Zumba cubana en las pistas de Florazar a beneficio de la Asociación Síndrome de Asperger y TDG de la Ribera con la colaboración de la concejalía de deportes, con tan solo 3 euros, los que puedan, no solo harán ejercicio y se lo pasarán bien, sino que también ayudarán a una causa solidaria.

El Síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista (TEA) que afecta a uno de cada 300 niños según diversos estudios que revelan además que está infradiagnosticado. Las personas que lo padecen, así como sus familiares, se enfrentan día a día a una triple lucha que comienza por intentar mejorar la calidad de vida de quienes lo sufren. Además, deben pelear contra el desconocimiento de este tipo de síndrome y los estigmas sociales que existen así como luchar para que se reconozca el grado de discapacidad adecuado para cada paciente. Recientemente el alcireño Adrián de 20 años con Asperger ha recibido la buena noticia de que tras más de dos años de trámites y juicios, la Conselleria de Bienestar Social no ha impugnado la revisión de su grado de discapacidad.

Según explica su madre, Valle Palomino, que también es la presidente de Asari, el camino hasta llegar aquí ha sido duro pero ha valido la pena porque «ha abierto una vía que ayudará a muchas otras familias que están en su misma situación».Todo comenzó en 2013, cuando Adrián cumplió 18 años y el anterior Consell pretendió reducir su grado de discapacidad de un 44% a un 41% cuando le correspondería un 65% como mínimo. Tras emprender acciones legales y recibir respuestas negativas fueron a juicio donde, en base a la prueba pericial médica, se le reconoció un grado de discapacidad del 68% que le permitirá tener una prestación mensual y acceder a programas de empleo.

Cabe señalar que esta victoria, además de ser para ellos, lo es para muchas otras familias que están en la misma situación y que hasta ahora no han emprendido acciones legales «por miedo a perder lo poco que tienen». Por ello, con este precedente, Palomino anima a todos «a luchar por sus derechos«.

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