(75-62) Valencia Basket-Fuenlabrada: Con Sato no hay resaca que valga

Las resacas no existen en el Valencia Basket. Habrá partidos mejores y peores, pero la constancia del trabajo y la inercia de las victorias lleva en voladas a este equipo aunque no quiera. El partido ante el Fuenlabrada podía haber sido un respiro después de una semana de viajes interminables, pero con Sato en pista eso imposible (75-62). El centroafricano LIDERÓ (con mayúsculas) a los suyos hacia la séptima victoria consecutiva, que se allanó tras el desplome de Moussa Diagné en el segundo cuarto.

A veces las estadísticas cuentan la verdad. Fue lo que sucedió en el caso de Romain, cuyos 13 puntos y 12 rebotes brillaron en los 22 minutos que estuvo en cancha (ningún ‘taronja’ jugó más que eso). En el caso del pívot senegalés del ‘Fuenla’, su importancia en el devenir del encuentro no se reflejó en los 5 rebotes que capturó durante su escasa presencia en pista. Y es que el devenir de los acontecimientos puedo ser muy diferente.

DIAGNÉ LEVANTA UNA MURALLA IMPENETRABLE

La gran novedad en el quinteto inicial fue la titularidad de Vladimir Lucic en lugar del propio Sato, quizás un aviso de cara a las rotaciones que quiere utilizar Perasovic durante los próximos compromisos. El inicio fue bastante frío y trabado, lo que la dupla Panko-Feldeine aprovechó para llevar la iniciativa a territorio visitante (0-5, min. 2). El norteamericano podía en el poste con el alero serbio, pero poco a poco los locales fueron encontrando el camino a canasta (7-7, min. 4).

Sin hacer nada del otro mundo, el Fuenlabrada se dejó empujar por una brisa que en nada es comparable al huracán ‘taronja’ de los últimos partidos. Luis Casimiro se dio cuenta rápidamente y la entrada de Diagné cambió la fisionomía del choque: el espigado pívot visitante mandó a Triguero al banquillo y levantó una muralla impenetrable en la pintura. Además de la ventaja física, los madrileños también corrían al contraataque y se dispararon pronto en el marcador (11-17, min. 8).

El pívot africano imponía su ley en la pintura y la falta de acierto exterior ‘taronja’ colapsaba el ataque. No es que el senegalés se prodigase en ataque precisamente, pero tampoco hacía falta ante los 15 puntos para los que se combinaron Panko y Feldeine en el primer cuarto. Acto seguido, un triple de Carlos Cabezas encendió las alarmas y obligo a Peras a probar con Lavrinovic como plan C (11-20, min. 12).

SATO MARCA EL CAMINO CON DIAGNÉ KO

Entonces llegó el momento que cambió el partido. Diagné estaba haciendo el partido de su vida, pero dejó congelada a La Fonteta tras desplomarse en el banquillo fuenlabreño. El pívot visitante pudo abandonar la cancha por su propio pie, pero no pudo regresar al parquet y el Fuenlabrada quedó herido de muerte (14-23, min. 13). Si su presencia cambió el partido, su marcha también. Dos triples de Aguilar y Ribas desatascaron el ataque valenciano y ahora era elFuenla’ quien aguantaba el envite como podía (19-25, min. 14).

Como siempre, la resaca de los viajes lo es menos si Romain Sato sale al rescate de los suyos. Sus cinco puntos consecutivos propulsaron a los valencianos hacia la diversión y la fluidez. Centímetro a centímetro, el Valencia Basket iba recortando terreno y solo era cuestión de tiempo que se pusiera por delante de la mano del imperial alero centroafricano. Una ventaja que no dejarían escapar (31-28, min. 18).

Que si asistía, que si reboteaba, que si anotaba, que si robaba. 11 puntos, 6 rebotes, 2 asistencias, 1 recuperación para 19 de valoración al descanso. Un jugador total que vale su peso en oro. Y quien sabe si siete cifras este verano. Al igual que Doellman, su caché se ha disparado hasta límites insuperables bajo el techo de La Fonteta. Los mismos límites que los ‘taronja’ marcaban con el Fuenlabrada al descanso (40-32, min. 20).

EL INTERCAMBIO DE GOLPES NO DUELE

La reanudación ya se parecía más a lo que estamos acostumbrados. Con mucha más libertad de movimiento, el intercambio de canastas favorecía a los locales y el partido estaba casi sentenciado (47-38, min. 25). Las caras también habían cambiado en los jugadores de Perasovic, mientras que las de los visitantes eran un poema. Aunque todo ello indujo a una cierta relajación que frenó el ataque local durante unos minutos, no había nada de lo que realmente preocuparse (47-40, min. 26).

La pareja formada por Rafa Martínez y Oliver Lafayette en pista es un seguro desde el exterior, que hoy llevó la voz cantante hasta en la pintura. Sato por aquel entonces ya llevaba la increíble cifra de 12 rebotes y el dominio era mayor de lo que reflejaba el electrónico (55-44, min. 28). El escolta catalán mantuvo la renta durante el final del tercer acto y el base americano lo acabó de romper en el inicio del último. Poca historia había ya que contar (63-48, min. 32).

LA ROTACIÓN BAJA EL RITMO, OTRA VICTORIA MÁS

El damnificado de la exhibición de Sato fue Vladimir Lucic. Tras salir de inicio y estar más de una hora calentando banquillo, llegó una oportunidad que le cogió ya frío. Lógicamente, el ritmo valenciano bajó considerablemente y ni la combinación de dos bases en pista cambió la dinámica (65-50, min. 34). Lavrinovic también tuvo sus minutos de protagonismo en los últimos minutos. Nadie se cansa, todos juegan. El próximo partido en casa será la final de la Eurocup, pero antes toca la doble visita al Palacio de Deportes (75-62, min. 40).

FICHA TÉCNICA

75 – Valencia Basket (11+29+17+18): Van Rossom (7), Rafa Martínez (10), Lucic (4), Doellman (12), Triguero (-) -cinco titular- Ribas (6), Sato (13), Dubljevic (4), Lafayette (5), Lavrinovic (9) y Aguilar (5).

62 – Baloncesto Fuenlabrada (17+15+14+16): Cabezas (3), Feldeine (11), Panko (16), Arnold (10), Vargas (13) -cinco titular- Pérez (-), Montáñez (-), Vega (5), Diagné (-) y Paunic (4).

Árbitros: Perea, Martínez Fernández y Sánchez Mohedas. Sin eliminados.

Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 27 de la Liga Endesa disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 7.900 espectadores.

Ir arriba