(86-98) Real Madrid-Maccabi: La Euroliga se tiñe de amarillo tras un nuevo milagro

Lo volvieron a hacer. El Maccabi obró el segundo milagro en apenas tres días para proclamarse campeón de Europa a lo grande en Milán. David Blatt, el mejor estratega del viejo continente, hizo creer a los suyos en la victoria con una dirección magistral de partido y Tyrese Rice, héroe de la semifinal, ejecutó con 26 puntos a un Real Madrid atónito al que se le vuelve a escapar la Euroliga de las manos por segundo año consecutivo (86-98).

De nada sirvió a los de Pablo Laso ganar de 38 puntos al Barça el viernes o practicar durante toda la temporada el mejor baloncesto visto en años a este lado del Atlántico. Al final, los títulos no se merecen. Los títulos se ganan. El Maccabi repitió la hazaña del Olympiacos aplicando la misma receta frente a las mismas víctimas. Una victoria inesperada, pero merecida por el carácter demostrado en la pista con una plantilla inferior. Todo para el delirio de 10.000 incondicionales amarillos que invadieron la capital de la moda por una buena causa.

«Es cierto que no somos los más talentosos a nivel individual, pero como equipo hemos demostrado ser los mejores de la competición», explicó el ingeniero Blatt a la conclusión de la final, la primera con prórroga en la historia de la Euroliga. Su labor fue decisiva mucho antes, cuando el Real Madrid se puso 11 puntos arriba en el segundo cuarto tras un parcial de 19-2 (26-15). Y eso que los israelíes empezaron frenando el ritmo de juego blanco, guiado por un Rudy Fernández que anotó 10 de sus 15 puntos en la primera mitad.

El balear, como su equipo, fue de más a menos. Junto a un imparable Felipe Reyes (sus 12 puntos también fueron en la primera parte) y un acertado Sergio Rodríguez, los merengues se fueron al descanso solo dos puntos por encima en el marcador pero con sensación de dominio absoluto a falta de la colaboración de otros jugadores (35-33). El problema fue que casi nadie dio la cara tras pasar por el túnel de vestuarios.

Mientras, el Maccabi iba ganando adeptos. Antes del intermedio y para evitar la sangría, siete puntos consecutivos de David Blu cortaron la hemorragia israelí. Tras el paso por vestuarios, a un finísimo Devin Smith (15 puntos, 7 rebotes y 3 triples) se le unió por fin Ricky Hickman (18 puntos), que les puso por delante por primera vez desde el comienzo del encuentro (40-41). Siete veces más cambiaría el marcador de dueño en el tercer cuarto, en el que los españoles acabaron por delante pero sin tenerlas todas consigo (55-53).

Los problemas de faltas de Schortsanitis (nueve minutos en pista) lo eran menos si su sustituto, el saltarín Alex Tyus, empezaba a dominar la zona (12 puntos y 11 rebotes). El principio del fin para el Real Madrid se consumó cuando dejaron de defender duro, permitiendo a los exteriores macabeos penetrar una y otra vez hacia canasta. Un pecado mortal, porque a pocos jugadores les gusta tanto ese juego como a Tyrese Rice, que anotó 21 de sus 26 puntos entre el último período y la prórroga.

El base americano tuvo en sus manos un triple para evitar el tiempo extra. Lo falló, pero importó muy poco (76-76). Los amarillos siguieron a la suya y amansaron una ventaja decisiva que no iban a soltar ya. La batería de tiros libres solo engordó las estadísticas de los pupilos de David Blatt, campeón de Europa por primera vez como primer entrenador. Sin él hubiera sido imposible lograr el triunfo más inverosímil que se recuerda desde… el año pasado.

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