(97-82) Khimki-Valencia Basket: Moscú se rinde a la épica ‘taronja’

Increíble, espectacular, demencial. Pónganle el adjetivo que quieran pero el Valencia Basket estará en cuartos de final de la Eurocup. Una canasta de Pau Ribas a falta de nueve segundos permitió a los ‘taronja’ superar la trampa del Khimki y lograr un billete hacia Berlín que jamás supo tan bien. La casta de Dubljevic, los bemoles de Sato o la locura de Lafayette ya tienen su sitio asegurado en los libros de historia. La derrota por 15 puntos es más que suficiente para consumar la ‘vendetta’ valenciana (97-82).

El Basketball Center ya no será solo el símbolo de una final perdida, sino que será recordado por el espíritu guerrero de un equipo sin término medio. Después de tener la eliminatoria en el bolsillo, un cortocircuito en el tramo final destrozó el trabajo de los 77 minutos previos. Sin embargo, los de Perasovic volvieron para asestar la puñalada más dura al máximo favorito para alzarse con el trofeo. Al equipo de las 31 victorias seguidas.

Dubljevic evitó que la pintura visitante perdiese brillo con 23 puntos y 5 rebotes. Lafayette no perdió la compostura cuando más hizo falta para anotar 19 tantos y repartir 6 asistencias. Sato dio equilibrio con un 13+8 que se queda corto para valorar su influencia en cada encuentro. El resto también tuvo su momento de gloria. Que se lo pregunten a Ribas.

El despertar de la siesta fue terrible. Un parcial de 9-0 para el Khimki en los dos primeros minutos quitó el sueño de forma abrupta. Doellman rompió la sequía gracias a un tiro a seis metros, pero la defensa del equipo ruso era muy fuerte sobre el ala-pívot americano. Lo esperado, vamos. Los de Kurtinaitis hicieron el reverso de lo que sucedió en Valencia hace justo una semana: intensidad, agresividad y velocidad.

Para anotar cada canasta había que sufrir un mundo, pero Sato apareció para ejercer de salvavidas improvisado con dos mates consecutivos que transmitieron esa chispa de garra que faltaba en el cuadro visitante (11-9, min. 5). La entrada de Popovic volvió a dar un nuevo impulso al cuadro local con tres triples en apenas cuatro minutos, aunque era la espectacular batalla entre Augustine y Dubljevic bajo tableros lo que definía el ritmo a seguir (27-20, min. 10).

El control del partido era ruso. A pesar del intercambio aparente de canastas, había que reducir la anotación rival antes de que fuera demasiado tarde (32-20, min. 12). Lo primero a corregir era la gran cantidad de balones perdidos que manchaban la estadística valenciana para deleite de la afición que llenaba el Basket Center. El acierto rival desde 6,75 tampoco ayudaba (37-24, min. 15).

Perasovic ordenó una zona 1-3-1 para cambiar la dinámica. Vaya si funcionó: dos ataques locales después Kurtinaitis tuvo que pedir un receso para aclarar las ideas de sus pupilos (37-28, min. 16). La jugada maestra del técnico croata dejó congelados a los rusos. No había ideas, no había acierto. El pánico obligó al lituano a solicitar otro tiempo muerto dos minutos después (37-32, min. 17). Entre Mike Green y Marko Popovic solucionaron los problemas rusos antes del descanso, aunque un triple de Dubljevic dio un respiro antes del paso por vestuarios (47-39, min. 20).

Los pausados ataques valencianos para bajar el ritmo no surtían efecto por la contundencia de Augustine (que sacaba la tercera a Doellman) y el acierto del Khimki, que volvía a enjugar la diferencia demasiado rápido (57-43, min. 23). Entonces apareció la santa muñeca de Pau Ribas, que clavó dos triples consecutivos que sentaron como agua bendita a los ‘taronja’ (57-49, min. 25). Luego aparecería de nuevo…

La respuesta táctica desde el banquillo rival fue una zona de ajustes que paralizó a los ‘taronja’. En busca de una pizca de inspiración, la locura de Lafayette alivió el problema del Valencia Basket con siete puntos del tirón. A eso se unió otro triple de un Bojan Dubljevic que ahora sí controlaba a Augustine en la otra zona (69-59, min. 30).

La mejor forma de empezar el último cuarto era con otra bomba del montenegrino, a lo que siguió un pick&roll entre el base americano y el pívot balcánico que obligó a Kurtinaitis a pararlo tras solo 36 segundos en marcha (69-64, min. 31). Los rusos estaba en coma, pero dos triples de Koponen evitaron el colapso. Ahora la patata caliente estaba en el otro banquillo. Todo, en cuestión de un par de minutos (77-64, min. 34).

Dos triples de Sato y Van Rossom frenaron la defensa zonal propuesta por el Khimki, pero otro arreón moscovita cargaba de tensión el ambiente (84-70, min. 34). El intercambio de canastas aplazaba todo de cara unos tres últimos minutos de infarto (88-74, min. 37). Koponen se encargó de igualar la eliminatoria y una suspensión de Loncar daba la eliminatoria a los rusos temporalmente (92-74, min. 38).

El Valencia Basket se jugó dos triples sin tocar el aro. Eso denotaba el nerviosismo ‘taronja’. Sin ideas en el peor momento. El precipicio asomaba. Sin embargo, cuando los rusos ya habían puesto la directa con el +21, un rebote ofensivo acompañado de un triple de Lafayette dieron el impulso definitivo. Luego aparecería la muñeca santa de Pau Ribas… que no es brasileño ni se apellida Schmidt, pero hoy se ganó a pulso la eternidad (97-82, min. 40).

Ficha técnica:

97 – Khimki Moscow Region (27+20+22+28): Green (13), Koponen (13), Vyatlsev (12), Gelabale (4), Loncar (15) -cinco titular- Augustine (20) y Popovic (20).

82 – Valencia Basket (20+19+20+23): Van Rossom (7), Rafa Martínez (3), Sato (13), Doellman (6), Triguero (1) -cinco titular- Ribas (10), Dubljevic (23), Lafayette (19) y Aguilar (-)

Árbitros: Belosevic (SRB), Cmikiewicz (POL) y Latisevs (LAT). Sin eliminados.

Incidencias: partido de vuelta de los octavos de final de la Eurocopa disputado en pabellón de la región de Khimki ante 2.500 espectadores.

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