Pablo Aguilar regresó ayer a los entrenamientos junto al primer equipo del Valencia Basket. El ala-pívot granadino estuvo a disposición de Velimir Perasovic en una sesión de trabajo suave, sin mucho contacto físico, en la que el andaluz pudo probarse después de casi cuatro meses alejado de las canchas por molestias en la zona inguinal derivadas de una microrrotura en el psoas izquierdo que se produjo el pasado 13 de noviembre.
Dependiendo de cómo reaccione tras la última sesión, Aguilar podría incluso entrar en el acta del encuentro de mañana miércoles ante el Khimki. Eso sí, el hecho de que el andaluz sea inscrito para el choque no quiere decir que necesariamente vaya a contar con minutos en pista. Y es que, tal y como reconoció el propio entrenador en la rueda de prensa previa, todavía se encuentra muy por detrás del resto de sus compañeros.
También avanza plazos en su recuperación Vladimir Lucic. El alero serbio, que se ha perdido gran parte de la temporada entre la espalda y el tobillo, ya realiza en pista algunos ejercicios en solitario y podría volver en menos de un mes a la dinámica del equipo para afrontar el tramo final de competición.