¿Alcanza?

El tópico, y más cuando vienen mal dadas, dice que en cualquier equipo es más fácil mejorar desde la victoria que desde la derrota. Y por más vueltas que le peguemos, no deja de ser una realidad el hecho de que sin los últimos nueve puntos el clima que rodea al equipo (y por ende a la entidad), sería bastante más preocupante.

Y digo “bastante más preocupante”, porque si es bien cierto que el equipo ha mejorado ciertas facetas de su fútbol pese a las bajas que comienzan a acumularse, tampoco es menos verdad que deja aún muchos interrogantes.

La reacción del equipo ha venido caracterizada por un mayor aspecto solidario que ha borrado las dudas sobre la entrega (excepto en algunos casos puntuales). La reacción grupal con incremento de intensidad dio para la mejora ante el Sevilla (trufada con alguna fase de juego ofensivo interesante), para salvar el encuentro en Los Cármenes y para doblegar al Rayo en un partido excesivamente condicionado por un equipo consciente de tener que aguantar el cero en la portería con un guardameta mermado físicamente.

La sangría de goles en contra se ha detenido. Pese a caerse dos de los centrales (uno por lesión y el otro por creer ser la fusión de Beckembauer, Aldair y Pasarella) y afrontar la faceta de contención con dos centrales zurdos, la realidad es que dos de los tres últimos encuentros se han saldado con la portería a cero y que en los últimos 270 minutos sólo se ha encajado un tanto de los rivales.

La preocupación viene marcada por el juego ofensivo del equipo. La realidad es que al equipo aún le falta bastante fútbol. Aunque en los dos partidos de fútbol jugados en Mestalla se haya visto de manera discontinua algún esbozo de brillantez a la hora de llegar al marco contrario, la realidad es que al equipo le cuesta mucho circular el balón. Repito que ante el Sevilla aprecié más testiculina (que era lo que más falta hacía ese día) que fútbol. Ante el Rayo el equipo hizo media hora bastante decente aunque se fue diluyendo ante el empuje del rival y el hecho de guardar la viña ante la lesión de su portero.

La pregunta por tanto es: ¿Da este nivel para plantarle cara a los grandes? El domingo tendremos una muestra en la visita al Nuevo San Mamés. La impresión general es que va a ser complicado plantar cara así ante un equipo que juega un fluido fútbol de ataque.

Aún así no cabe otra que esperar. Este Valencia parece que comienza a cogerle el gusto a vivir en el alambre. La principal losa es la de un fútbol previsible en el que sólo la irrupción de Bernat y Fede (con lo positivo y lo negativo que tiene la juventud ante futbolistas más experimentados) apunta detalles diferentes y sorpresivos para el rival.

Los dos próximos rivales van a medir las capacidades ofensivas del juego del equipo de Miroslav Djukic. Athlétic de Bilbao y Real Sociedad van a ser dos importantes piedras de toque. Desde la portería a cero todo es posible. Confiemos en la mejora con balón. Falta hace.

 

Manolo Montalt (@ManoloMontalt)

Director de la Taula Esportiva de Radio Nou

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