Amadeo Salvo debuta con el ‘run run’ de la venta como telón de fondo

Salvo ha insistido en los últimos días en que vender el club no entra dentro de sus planes a corto plazo. El pasado domingo, el dirigente explicaba en Las Provincias que «Bankia no puede vender el Valencia porque no es propietario» y que «sólo el capital del club, en una junta, decidiría cuándo, cómo, a quién y a qué precio se vende». Este martes se celebra una de esas juntas, aunque el presidente pretende que sea una reunión de accionistas en la que poder exponer su hoja de ruta para el futuro más inmediato.

Un futuro que pasa por la refinanciación a largo plazo de la deuda contraída con Bankia por parte de la Fundación. 85 millones de euros que tanto el presidente como su homónimo en la Fundación VCF, Aurelio Martínez, siguen negociando. Ambos están más que enfadados con el papel que han jugado las autoridades en los últimos meses y el ‘desmarque’ del Consell en el asunto del aval del IVF. «Malvender este club o no ayudarlo causaría un coste social.», avisó Salvo.

Hace una semana, Aurelio Martínez mostró públicamente su malestar por la rumorología de los últimos meses referente a la venta del club. El economista, que volvió a insistir en que dimitirá de su cargo como presidente de la Fundación en caso de que se tome la decisión de vender el club, afirmó que el club ‘vale’ 200 millones de euros para cualquiera que quisiera hacerse con las riendas, según su estimación personal. También descartó las propuestas de ‘fondos buitre’ que han ido llegando en los últimos meses a su despacho -una de ellas por valor de 49 millones de euros- y aseguró que nunca ha llegado a sus oídos una oferta de más de 400 millones por el club.

En su plan de previsiones particular, el economista ha insistido siempre en fijarse a nivel personal un tope de medio año -que se cumple este mes de diciembre- para resolver el entuerto, dado que la presidencia de la Fundación llegó a sus manos de forma circunstancial tras la dimisión inesperada de Federico Varona en abril de 2013. Ya en mayo, pocos días de hacerse con la presidencia y en una entrevista concedida a VLC NEWS, Martínez recordó la provisionalidad de su cargo: «(…) estamos en una situación que no creo que dure mucho, ¡porque si dura acabará conmigo! Soy de los que piensan que los números son importantes cuando van mal, pero cuando se crezca un poquito la Fundación VCF quedará en segundo plano y le pasaré a mi compañero (en referencia a Salvo) la responsabilidad».

El nuevo estadio y el proyecto para finalizarlo es otro de los caballos de batalla de Salvo. En dicha entrevista, el mandatario confesó que los tres operadores de estadios más grandes del mundo -aunque el presidente no quiso confirmarlo, son las firmas Sportfive, AEG y Legends- quieren operar el nuevo Mestalla, lo que supondría que el Valencia tenga «un contrato en cinco, seis o siete meses de entre 200 y 300 millones de euros».

La intención de Salvo es anunciar este concurso la semana que viene. Las propuestas de explotación, según el presidente, serán recibidas en el primer trimestre de 2014. Las posibilidades de que un inversor acuda a la llamada del club para invertir los 100 millones de euros necesarios para la finalización del estadio aumentan con todos estos ases bajo la manga.

Curiosamente, el presidente acudirá a la cita con los accionistas con apenas un puñado de títulos a su nombre, al haber depositado las delegaciones de voto fuera de plazo. Una circunstancia que también afectó al ex presidente Vicente Andreu, que también acudirá a la Junta e intervendrá en caso de que alguien cuestione la actividad llevada a cabo por la administración Llorente entre 2009 y 2013. Salvo no espera, sobre el papel, un evento con grandes sobresaltos, al contrario de lo sucedido hace ahora doce meses cuando Paco Roig ‘reventó’ la última asamblea presidida por Manuel Llorente.

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