Arranca la era Pizzi y el calendario no le va a dar ni un respiro

La primera toma de contacto de Pizzi y sus ayudantes –Richino y Suárez– con el ecosistema en el que tratarán de repetir lo logrado con San Lorenzo de Almagro se produjo durante la mañana del sábado. En las oficinas de la Academia Gloval en la Ciudad Deportiva de Paterna que el manager general deportivo Rufete ocupa durante todos los días se produjo la primera reunión de trabajo seria, el primer cara a cara para planificar al detalle todos los pasos a dar por el nuevo cuerpo técnico.

Esta tarde, desde las 19:00 horas, la plantilla valencianista escuchará los primeros mensajes entre las cuatro paredes del vestuario del hombre reclutado para salvar la temporada del equipo. Pero además de esta charla de presentación y de búsqueda de objetivos comunes, también habrá que dar paso al reencuentro con el césped de los campos de entrenamiento tras las vacaciones navideñas. Una semana desde la derrota contra el Real Madrid que aún será más prolongada para Jonas, Pabón, Banega y Guardado, con permiso del Valencia para regresar del continente americano mañana lunes. Hasta que no concluya la primera sesión con Pizzi, Richino y Suárez al mando no se sabrá cuál es el plan de trabajo marcado para los días previos al derbi contra el Levante, donde se intercala la celebración de fin de año.

Pero estas cuatro ausencias que en la tarde de hoy tendrá el nuevo técnico son un percance menor comparado con todos los obstáculos que deberá salvar en su primer mes al frente de la nave valencianista. Un contexto que no parece el ideal para que vayan cuajando con tranquilidad los nuevos preceptos que quiere inculcar el argentino, obligado a acelerar al máximo la recuperación de un equipo que debe hacer frente a partidos cruciales para su futuro en la Liga y en la Copa del Rey.

Apenas tendrá seis días -con Nochevieja de por medio- para levantar el ánimo de un grupo alejado de Europa en la competición doméstica, que fue despedido con pitos y pañuelos en su último compromiso europeo y que pasó ronda en Copa del Rey con más pena que gloria. El sábado 4 de enero llega a Mestalla el Levante, el vecino de la ciudad para un derbi que mide a dos equipos empatados a 20 puntos en la clasificación. El debut en casa de Pizzi, la primera oportunidad para que la grada pueda ver síntomas de una mejoría en sus futbolistas y reengancharse a la pelea por los puestos europeos, pero sólo un aperitivo del enfrentamiento tres días después en el mismo escenario contra el Atlético de Madrid. Octavos de la Copa del Rey, contra el conjunto rojiblanco que recientemente acabó con Djukic goleando a los ‘ché’ por 3-0.

Tras estos dos primeros envites, al Valencia del recién llegado Pizzi todavía le quedará lidiar contra Celta de Vigo y Málaga como visitante y el Espanyol como local en la Liga, más la vuelta de octavos en el Calderón. Y ojo, que si se logra la hazaña de eliminar a los colchoneros, podría esperar el Athletic de Bilbao de Valverde en cuartos de la Copa para culminar un mes de enero muy exigente. A marchas forzadas el de Santa Fe deberá imponer su sello y hacer magia con unos jugadores que ahora mismo tienen al Valencia como el cuarto equipo más goleado de la Liga, empatado con Sevilla y Valladolid, por no mencionar los 23 irrisorios goles que ha anotado en 17 jornadas disputadas.

A su favor contará con la motivación extra que siempre tiene un vestuario cuando llega un nuevo responsable al banquillo. Muchos de los que estaban marginados por el anterior entrenador ven un futuro más optimista por delante, y hasta que se vayan perfilando las preferencias Pizzi, éste contará con una mayor predisposición al cambio de una plantilla que está a punto de descubrir la ‘enfermiza’ exigencia del preparador físico Alejandro Richino. Todavía no se sabe si habrá fichajes de mayor o menor relumbrón en el mercado de invierno -todo está en manos de la venta del club– y por lo visto hasta la fecha no parecen abundar líderes de verdad en el seno del equipo, así que la obligación que desde hoy asume el nuevo técnico le exigirá lo mejor de sí mismo para sacar adelante un calendario que no va a dar ni un respiro.

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