Los frentes se le acumulan a Braulio Vázquez. El director deportivo vive días ajetreados en los que la fecha clave, aunque no decisiva, se sitúa en el próximo lunes. Apenas restan 48 horas para que el proyecto 2013-2014 eche a andar y, hasta el momento, el balance se resume en tres movimientos de mercado: la venta de Tino Costa, el fichaje de Javi Fuego y la ‘repesca’ de Míchel. A ellos se le suman la vuelta de Paco Alcácer y la cesión, un año más, de Carles Gil al Elche.
Una lista de cambios que puede aumentar a lo largo del fin de semana. El club necesita ‘cash’, liquidez para poder acometer incorporaciones. Y los tres jugadores por los que se puede ingresar dinero de forma inmediata ya están más que identificados. Ayer, el presidente del Valencia habló sin tapujos sobre la situación de Fernando Gago. Como desveló Radio Nou, Boca Juniors tiene previsto que un emisario aterrice en la capital del Turia el próximo miércoles para negociar cara a cara con el Valencia su fichaje, o al menos la compra del 50% de sus derechos federativos. El club de Mestalla, de nuevo, insiste en cobrar de manera inmediata una parte de esa operación. La economía está bajo mínimos.
Algo parecido ocurre con Diego Alves. Mientras Aranzubía arrancó ayer la pretemporada con el Deportivo y aguarda la llamada del Valencia para concretar su fichaje, el portero brasileño acumula intereses pero no ofertas en firme que satisfagan a Braulio. Lo mismo podría decirse de Adil Rami: pese a que el director deportivo mantiene comunicación permanente con el Nápoles para sacar si están dispuestos a subir la oferta de 9 millones que trasladaron hace unas semanas, el central francés podría empezar la pretemporada con el equipo, aunque esa nunca fue su intención al acabar la campaña anterior.
Mientras, en el apartado de llegadas, el encargado de la parcela deportiva y Miroslav Djukic trabajan al alimón en concretar operaciones abiertas desde hace semanas. Aunque el serbio prefiere a Abel Aguilar, Braulio quiere cerrar la cesión de Oriol Romeu a toda costa. Sin embargo, el Chelsea remolonea y busca pujas superiores a las del Valencia para dar salida al mediocentro catalán de 21 años. A favor del club valencianista juega el hecho de que Romeu tenga claro que la de Mestalla es la opción que más le seduce. La situación ha alcanzado un punto tal que incluso Braulio estaría dispuesto, como última opción, a renunciar a incluir una opción de compra en el acuerdo por la cesión de una temporada del joven jugador del equipo londinense.