Cada uno va a lo suyo

Arrancó la liga en La Fonteta con una contundente victoria de los nuestros. Tuve la sensación de que estábamos jugando otro amistoso contra un equipo de una categoría inferior, pero la verdad era que no…aunque viendo la plantilla que tenía el rival podía parecer que sí que eran de otra liga. 

Ya desde el inicio de partido el Gipuzkoa dio claras muestras de que su inferioridad en calidad y en número era evidente. Delante tenía a todo un ejército: el equipo de Perasovic puso la maquinaria a tope y borró del choque a su rival a base de presión asfixiante a todo el campo que impidió al rival poder llegar a a elaborar cualquier acción ofensiva.

Valencia Basket no se paró y, como no quería un partido de juego en estático, impuso su propio ritmo, lo que, junto con el dominio claro del rebote, fue suficiente para llevarse una victoria comodísima, que deja claro cuáles son las distancias que existen entre unos y otros. Los dos están en el mismo saco, pero cada uno juega su propia competición. Para completar la tarde apareció en los últimos minutos del partido el «nano» Pablo Pérez, para poner su nombre en la historia del Club como jugador más joven en debutar con el primer equipo en Liga Endesa.

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