Cinco lecturas sobre el cambio de reglas en la venta del Valencia CF

Los hechos son los siguientes: la Fundación VCF, tras la reunión de su patronato este martes, reclama un papel preponderante en el proceso de venta del Valencia CF. Para ello, configurará una comisión gestora junto a representantes del propio club, de la consultora KPMG y de la consultora Pricewaterhouse Coopers para velar por la transparencia y libre concurrencia de las ofertas vinculantes que se vayan recibiendo en la Fase II de la hoja de ruta perfilada por Bankia el mes pasado.

La decisión, votada de forma unánime por la Fundación, deja la pelota en el tejado de Bankia, que debe aceptar definitivamente estas condiciones para desbloquear el proceso. El banco, desde el martes por la mañana, conoce las líneas maestras del plan de Aurelio Martínez, pero será hoy cuando Juan Carlos Estepa -director de Riesgos y hombre designado por Bankia para guiar la operación- cuando conozca de voz de Aurelio Martínez todos los detalles. Presumiblemente, Bankia aceptará. ¿Es esto una victoria de Amadeo Salvo tras su ‘all-in’ del viernes pasado? ¿Sale ganando la Fundación? ¿O quizá Bankia tenga motivos para estar satisfecha?

BANKIA PASA DE VENDER LOS CRÉDITOS A VENDER EL CLUB

La primera lectura no deja de ser una verdad irrefutable, admitida por el propio Aurelio Martínez en su comparecencia del martes: «A partir de ahora la Fundación va a pasar a liderar el proceso de venta de acciones». Es decir, que a la venta de los créditos que Bankia tiene concedidos a la entidad -y que ascienden, entre club y Fundación, a 310 millones de euros– se le une la venta de la titularidad del club, algo a lo que hasta ahora Aurelio Martínez siempre se había resistido haciendo hincapié en que la refinanciación era la mejor solución para todas las partes. Ahora sí se puede decir que «se vende el Valencia», como apuntó hace unos días Vicente Solà.

No es el único punto favorable a la entidad presidida por Jose Ignacio Goirigolzarri. El establecimiento de una fecha tope definida -el 24 de febrero– a la que seguirán unos días más para escoger al comprador definitivo se une al papel que jugará la comisión gestora en el proceso, que aliviará la presión sobre la entidad financiera en un momento de máxima tensión tras lo vivido el viernes de la semana pasada. Bankia sabe que sus niveles de popularidad entre el valencianismo están bajo mínimos, y no aparecer como parte representada en la comisión -aunque, a través de KPMG, vaya a estar al corriente de todo lo que ocurra- ayudará al banco a retirarse a un discreto segundo plano sin perder capacidad de maniobra.

Blasco, Belda, Martínez y Zaragosí / Paco Polit
Blasco, Belda, Martínez y Zaragosí / Paco Polit

SALVO O LA UTILIDAD DE APELAR A LA AFICIÓN

El respaldo de 7.000 aficionados el pasado viernes no fue suficiente para echar abajo el proceso de venta, pero sí que le ha servido a Amadeo Salvo para modificar las reglas del juego en plena partida. El éxito del dirigente permitirá al club tener a un individuo -de carácter técnico, según se desprendió en la comparecencia de Martínez– en todas las reuniones al más alto nivel donde se decida el futuro de la entidad. Del mismo modo, la libre concurrencia en esta nueva fase en la venta del club -que durará hasta el 24 de febrero- permitirá que, si el presidente todavía cuenta con esa carta, el magnate Peter Lim vuelva a la carga con una nueva propuesta.

Salvo fue uno de los más sonrientes a la finalización del patronato de la Fundación. El dirigente, que presenció en primera fila el discurso de Aurelio, se fundió en un abrazo con el dirigente de la Fundación ante los objetivos de los fotógrafos. El órdago de Salvo el pasado viernes sacudió a los patronos de una manera nunca vista: pese a que una gran mayoría comparte sin matices el fondo de las cuestiones planteadas por el presidente, un sector significativo no comulgaba con las formas ni con el tono empleado por el mandatario. Así se le traslado a Salvo este martes. Eso no evitó, no obstante, que el deseo de alcanzar un consenso que beneficiase a todas las partes prevaleciese y que la propuesta de Aurelio Martínez fuese respaldada sin fisuras por los quince patronos presentes.

AURELIO MARTÍNEZ VA MÁS ALLÁ DE SU RESPONSABILIDAD

Desde el patronato se resaltaba el papel clave que Aurelio Martínez está jugando en un proceso sin precedentes y con muchos intereses cruzados. La misma figura está ejerciendo como hombre de consenso reconocido por todas las partes en unas semanas en las que las aguas bajaban revueltas en el club, en Bankia y en los pasillos de la Generalitat.

Desde un primer momento, Aurelio Martínez dijo que él no firmaría la venta del Valencia. De hecho, si por el economista fuese, hace ya más de un mes que habría abandonado su cargo al frente de la Fundación. Sin embargo, el devenir de los acontecimientos ha provocado su continuidad. En todo momento Martínez ha mantenido un postura relativamente neutra con todo lo que ocurría a su alrededor, incluyendo el endurecimiento de la postura de Amadeo Salvo, con el que Martínez siempre ha tenido buena sintonía a nivel personal pero con el que las desavenencias en el último mes han sido importantes -la discusión entre ambos tras la reunión con Bankia el 17 de enero fue la más relevante-, dado que Aurelio siempre ha optado por opiniones mucho más comedidas a la hora de afrontar la negociación con Bankia. Ambos escenificaron que las aguas han vuelto a su cauce ante los medios gráficos en la jornada de ayer.

Ante la imposibilidad de lograr la refinanciación, que siempre fue su objetivo, Martínez optó por seguir al frente del patronato para vigilar el proceso de venta. Ahora, como confirmó ayer, pretende «liderar» una operación que va más allá del crédito de 91 millones concedido a la Fundación y que afecta a la titularidad del club. Cuando finalice, con el comprador escogido y tras comunicárselo a los accionistas en una Junta Extraordinaria, Aurelio se marchará.

Amadeo Salvo y Aurelio Martínez se abrazan tras el patronato / Paco Polit
Amadeo Salvo y Aurelio Martínez se abrazan tras el patronato / Paco Polit

LUZ Y TAQUÍGRAFOS EN UN PROCESO YA PREVISTO

Una de las denuncias del presidente del Valencia el pasado viernes en su alocución ante los aficionados fue que ni el Valencia CF ni la Fundación habían tenido en ningún momento constancia de las ofertas -ni en nombre ni en número- recibidas por KPMG en la Fase I del proceso de venta. Fuentes de la Fundación VCF reconocieron en las últimas semanas a este medio que tenían prevista esta circunstancia y que era «habitual» en operaciones similares.

Del mismo modo, dichas fuentes reiteraron en la jornada de ayer a VLC NEWS que la participación de la Fundación en la segunda fase, en la que empezarían a llegar ofertas vinculantes y definitivas, estaba asegurada desde que la hoja de ruta fue trazada por Bankia a finales de diciembre. Es decir, que la reivindicación del presidente del Valencia fue precipitada. El nuevo escenario extraído del cónclave del patronato este martes apenas ha modificado las condiciones en ese sentido.

Sin embargo, el órdago de Salvo sí que fue el causante de que las miradas que vigilen el proceso vayan a ser mucho más suspicaces. Y esto, como suele ocurrir, aumenta la transparencia de una operación histórica para un club casi centenario. La participación de seis actores en el procesoValencia, Fundación, KPMG, Bankia, PricewaterHouse y Generalitat-, el paso por la notaría en la presentación y elección definitiva de ofertas y la convocatoria de una Junta General Extraordinaria de Accionistas para informar del resultado son pasos que ayudan a eliminar sospechas respecto a la ejecución de la venta

LAS FILTRACIONES: EL TEMOR DE TODAS LAS PARTES

Las cuatro figuras designadas por KPMG, PricewaterHouse Coopers, Valencia CF y Fundación para integrar la comisión gestora van a ser los individuos más perseguidos a lo largo del próximo más. Además de su carácter técnico, dichos representantes van a tener en sus manos un volumen de información de una importancia capital respecto al nombre de los ofertantes, procedencia, cantidades ofertadas, etc. Todos deberán firmar un acuerdo de confidencialidad en el momento en que acepten el cargo.

Sin embargo, en la Fundación VCF existe preocupación de que cualquier mínima filtración pueda echar al traste el proceso. De hecho, ese es el motivo de que los cabezas visibles de Fundación, club y Consell –Martínez, Salvo y Moragues– sólo se incorporen a la comisión ya en el tramo final del proceso de selección, cuando se hayan definido «las dos o tres» mejores ofertas vinculantes. La idea que maneja Martínez es que sólo siete personas conozcan la información -además de Bankia, como principal acreedor- antes de que se elija definitivamente al comprador y se exponga ante los accionistas en Junta.

Salvo observa la comparecencia de Aurelio / Paco Polit
Salvo observa la comparecencia de Aurelio / Paco Polit
Ir arriba