Con el culo al aire

¿Se han recuperado ya del ‘Peterlimazo’ del domingo? Pues prepárense para semanas de cháchara, rumorología, chismes e informaciones cruzadas. Queda mucha cera por arder, pese a que en primera instancia cualquiera podría pensar que la oferta de Peter Lim para la compra del Valencia, anunciada por Amadeo Salvo con el mayor rostro de satisfacción que se le haya visto a un presidente del club en la historia reciente, ha dejado el partido sentenciado. Ni mucho menos. Pero, más allá de lo que está por llegar, les invito a detenerse a reflexionar sobre qué significó la comparecencia del presidente y los entresijos que desveló durante su intervención.

Quedó con el culo al aire el propio Amadeo Salvo. El presidente fue hábil con el ‘timing’, cada vez más importante en este negocio, y con la escenificación. De un sólo movimiento atrajo hacia sí la simpatía y apoyo de buena parte de la masa valencianista, ilusionada ante un idílico futuro. Pero sus palabras elogiosas hacia el proyecto de Peter Lim contrastan con la rotundidad de su frase hace un par de semanas –«el Valencia no está en venta»-. Quizá quería proteger la confidencialidad de la operación, quizá pensaba que Bankia no llegaría tan lejos. Independientemente de esto, una mentira es una mentira. Aquí o en la China popular. O en Singapur.

Quedó con el culo al aire Aurelio Martínez. El cabeza visible de la Fundación VCF ha insistido desde el primer día en el cargo en que no negociaría la venta del Valencia. Que, antes de hacerlo, cogería la puerta y se largaría con viento fresco. Cuando Salvo desveló que Martínez había estado presente en alguna de las reuniones con Lim, cayó el telón y la realidad quedó al descubierto. Apenas tres días antes, Aurelio se había hecho el ‘sueco’ ante la existencia de cualquier oferta –«no he querido enterarme de quienes son»-. Otra mentira.

Quedó con el culo al aire Alberto Fabra. El presidente de la Generalitat va camino de quedar marcado para siempre por las decisiones tomadas en los últimos dos meses. Bajo su mandato seguramente el Valencia será vendido a un comprador extranjero, perdiendo una de las señas de identidad más importantes de la Comunitat, aunque la responsabilidad habría que achacársela a sus predecesores en el cargo. Fabra se vio las caras hace un par de semanas con Peter Lim en persona. Pero el president, político hasta el extremo, ha hecho mutis por el foro y se ha ‘desmarcado’ de la situación, pasándole el ‘marrón’ a Bankia. Después de la incidencia que la clase política ha tenido en el devenir de la entidad, no parece un momento propicio para lavarse las manos.

Quedó con el culo al aire el banco. Bankia, de ser cierto todo lo que cuenta Salvo y de confirmarse la solvencia económica de Lim, debería haber preparado el bolígrafo allí mismo, cuando el multimillonario visitó sus oficinas para proponerles la compra. Pidieron una semana para responder, y luego más de un mes de margen para estudiar ofertas. ¿Por qué? ¿A qué se debe que la urgencia para la venta sea mayor o menor en función del nombre del comprador? Sería demasiado ridículo que el banco no diese luz verde a la venta a Lim simplemente por venir de la mano de Amadeo Salvo, con quien Bankia mantiene una guerra abierta desde hace dos semanas.

Demasiadas preguntas sin respuesta y una misma sensación entre los aficionados, una vez pasado el ‘shock’ inicial y quitados los focos del escenario: el jueguecito político-social que se disputa entre bambalinas tiene mil objetivos diferentes… y casi ninguno va ligado al bienestar del club. No le dicen la verdad ni al médico. Todo son mentiras, medias verdades y oscurantismo con conceptos como ‘NDA’ o ‘confidencialidad’ como pretexto inapelable. Pero la rueda de prensa del domingo quitó muchas caretas. Todas, practicamente. Y a todos se les atisbaron las posaderas sin ningún remilgo.

Esperemos que Peter Lim, de aterrizar finalmente en Valencia, no sea fan del ‘streaking’.

 

Paco Polit (@pacopolit)

VLC NEWS – Deportes

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