Se acabó la aventura en la Copa del Rey de baloncesto de Málaga. Cuatro días de pura pasión, colorido y ambiente en las gradas del magnífico pabellón Martín Carpena, el escenario principal de las celebraciones pero no el único. Las calles de la capital costasoleña se convirtieron durante el torneo en una fiesta donde vitorianos, canarios y madrileños llevaron la voz cantante. Para Valencia Basket la aventura tocó a su fin el sábado por la noche después de una reacción tardía contra el FC Barcelona, aunque eso ya lo contó debidamente Toni Ponce en su crónica.
Aquí me apetece repasar los madrugones para cubrir las sesiones de tiro de los de Perasovic, previo a los minutos de atención a los medios que sólo era el inicio de jornadas frenéticas. Pero eso sí, como habéis podido observar en las fotos que hemos ido publicando, no duele tanto el ‘curro’ si se hace con vistas al mar y el solecito luciendo con fuerza en el exterior. Todo se estropeó a partir del sábado por la tarde, justo antes de que Valencia Basket disputase su semifinal, y desde entonces Málaga escondió su sol y nos deparó lluvia, viento y mucho frío.
Aún así, no era momento de venirse abajo porque lo vivido ha merecido la pena. Convivencia de los ocho equipos participantes en el mismo lugar, rodeados de visitas ilustres como la de Pepu Hernández, representantes como Raznatovic o directivos varios. Mezclados con los cientos de periodistas que han cubierto el evento, la representación perfecta de los cuatro días de adrenalina de la Copa del Rey, como reza el eslogan de la edición que acaba de concluir. Ex técnicos ‘taronja’ como Fotis Katsikaris o Luis Casimiro, además de otros ilustres de los banquillos como Ivanovic, Orenga, Maljkovic o una leyenda como Sabonis.
Chiringuitos playeros, bares del Martín Carpena regentados por auténticos ‘locos’ del deporte, y sobre todo fue inolvidable todo lo vivido dentro del pabellón. Tuvo vida propia el ambiente, evolucionando conforme avanzaba la competición de un odio visceral hacia el Real Madrid hasta llegar a ser una segunda casa para los de Pablo Laso.
Cómo no iba a ser así si desde el sábado más de la mitad del recinto apoyaba a los blancos, alentados por una ruidosa marea de aficionados que les llevó en volandas a por un nuevo título copero. La mezcla de colores y hasta de aficiones en las gradas, la animación en la pista y toda la organización ACB contribuyó a mantener la mística de la Copa del Rey. Fue un fiasco para los ‘taronja’ más por las formas que por caer en semifinales contra el FC Barcelona, pero quién sabe lo que ocurrirá en la edición del próximo año en Las Palmas de Gran Canaria.
Lo mismo se puede aplicar a los chavales, esos que tomaron parte en la Minicopa. Otro evento que no quisimos desatender desde VLC NEWS, el reencuentro con el baloncesto más puro y desenfadado. Disputado al aire libre junto al mar -una estampa espectacular- o en un pabellón rodeado del típico ambiente de sábado por la mañana en cualquier colegio del mundo.
Padres y chavales disfrutando en directo de las promesas del baloncesto español en la otra Copa del Rey, sin el glamour de los mayores pero que en cada edición va adquiriendo el tono de complemento perfecto para hacer más llevadera la larga espera hasta los partidos de los ‘mayores’. Cracks como Ricky Rubio se han forjado en pistas como estas, cita obligada para los visitantes a la competición.
Ya estamos de vuelta en Valencia, lejos de personajes como el ‘Malaguita’, un fanático del Gran Canaria que fue el auténtico animador de las gradas del Carpena, de la ‘guerra’ de cánticos que convirtió en una caldera el recinto donde los ochos mejores equipos de España disputaron el primer título del año. Aunque mereció casi tanto la pena estar dentro como sentir la adrenalina en cada rincón de la ciudad de Málaga. No hubo fiesta final de color naranja, pero desde el punto de vista periodístico, que nos quiten lo bailao…