La rueda de prensa de despedida de Ernesto Valverde dejó a muchos aficionados con el corazón en un puño. No sólo se les marchaba un técnico al que se ha idolatrado como nunca pese a su fugaz paso por el banquillo de Mestalla: también conocían, de boca del propio técnico, que los motivos poco tenían que ver con lo deportivo y mucho con lo extrafutbolístico. ¿Quién querría hacerse cargo de un club tan «inestable»?
Sin embargo, la tranquilidad es la nota predominante después de que Miroslav Djukic diese un paso al frente y cogiese el toro por los cuernos. El de Sabac siempre ha sabido lo que quería, y sabe que los ajetreos en el Valencia son tan habituales como los días soleados. No sólo eso, sino que no ha perdido ocasión de mandar un mensaje alto y claro a aquellos que dudan de la estabilidad de la entidad. «Pienso que Valverde no conoce el Valencia como club de fútbol. Yo llevo aquí muchos años jugando y viviendo. El Valencia ha tenido problemas sociales siempre, y no ha repercutido al equipo», indicó.
«Yo pienso que se ha asustado de la situación, cuando empiezan a bombardearte con los jugadores, los 300 millones de euros, las luchas en la directiva… Uno que no conoce esto igual se puede asustar, pero alguien que sí lo conoce sabe que este es uno de los clubes más grandes del mundo», indicó el serbio el miércoles de madrugada en ‘La Taula Esportiva’. Más claro, imposible.
Al nuevo entrenador también le preguntaron por su ya célebre frase del «gigante dormido», pronunciada en su rueda de prensa, y sobro los métodos que va a usar para despertarlo. «Concienciando a los jugadores de que son grandes al nivel de Madrid o Barcelona, con trabajo y con ilusión. Quiero cambiar el discurso en el Valencia», agregó durante la charla.