«Durante mi lesión, ni el club ni el entrenador que había se portaron bien conmigo»

No debe ser fácil ser el centro de atención, el objetivo de todos los halagos, y sentir como una lesión acaba de un plumazo con todos esos ‘amigos’ que te dicen lo bueno, guapo y alto que eres. Robert Ibáñez (Valencia, 1993) lo ha vivido en primera persona, ha ‘jugado’ en el lado oscuro del fútbol pero ha vuelto con la lección aprendida, sin olvidar el pasado pero mirando con la máxima ambición hacia un futuro que le pertenece. El cielo es el límite para un futbolista que habla con la misma facilidad con la que sortea rivales sobre el césped, y que atiende a VLC NEWS en el que, como él dice, es el mejor momento de su todavía corta carrera en el Valencia CF.

Cuéntenos un poquito como vive estos días, cuando es el centro de todas las miradas de la afición hacia la cantera.

Intento aprovechar el buen momento en el que me encuentro. La verdad es que estoy muy contento por la confianza que me ha dado tanto el cuerpo técnico como Rufete desde el primer momento. El año pasado fue complicado con las lesiones y el hecho de no poder jugar, pero ahora me encuentro muy bien físicamente que es lo que yo quería desde hace mucho tiempo. Tengo que decir que me ha ayudado a estar así realizar la pretemproada con el primer equipo, porque coges el tono físico ideal con el que vas un nivel por encima del resto cuando luego bajas al Mestalla. Se nota todo el trabajo del verano y lo cierto es que estoy muy satisfecho.

Precisamente, en verano fue cuando se produjeron los importantes cambios en el club. Un nuevo presidente, entrenador, responsables de la cantera… ¿En algún momento se llegó a plantear su futuro en Valencia?

Tengo que reconocer que el discurso que dio Amadeo Salvo sobre la cantera nos llegó muy profundo a los canteranos, pero aún así siempre te planteas cosas. Me pude ir cedido este mismo verano, pero la confianza que me dieron y el hecho de comprobar que la cantera la van a usar mucho, me decidió a quedarme.

Y al quedarse sabía que Miroslav Djukic sería el hombre que dirigiría los destinos del primer equipo. ¿Supone una motivación especial para los canteranos que haya sido un ex jugador del Valencia, alguien al que muchos de ustedes veían jugar cuando eran más pequeños?

Yo de pequeño le veía jugar en Mestlalla, así que saber que lo vas a tener de entrenador es algo muy especial. Djukic es un referente para todo el valencianismo y está muy bien que el club haya confiado en él.

Fue él quien apostó por usted para llevárselo a las concentraciones de pretemporada en Alemania y Estados Unidos.

Bueno, tengo que confesar que lo de Estados Unidos y Alemania ya lo sabía antes de que me lo confirmaran. Estaba seguro de que me iban a dar la oportunidad porque el año pasado me lesioné cuando iba a viajar a la pretemporada, y aunque no hubiera jugado sabía que iban a contar conmigo y a darme una nueva oportunidad. Se lo agradezco mucho porque ha sido algo muy especial e importante para mí.

Y lo cierto es que a raíz de su buen papel en la pretemporada con el Valencia, la gente se fija mucho ahora en usted y todos hablan de Robert Ibáñez como una de las grandes promesas, sino la más importante, de la cantera valencianista.

Eso es algo que te sube la moral, el hecho de que hablen tanto de ti y que te halaguen, pero tengo que tener los pies en el suelo y saber que tengo trabajar mucho para estar preparado cuando cuenten conmigo y me den la oportunidad en el primer equipo. Ahora lo que me toca es seguir haciéndolo igual de bien que hasta ahora en el Valencia Mestalla.

¿Este buen papel en el Mestalla ha provocado más atención de los responsables de la cantera?

Desde que llegó el nuevo régimen yo siempre he notado el cariño y la atención. El mismo Rufete, al que le gusté mucho y siempre ha sido el que más me ha apoyado, hablando mucho conmigo para preocuparse y tratar de que todo fuera bien. Mi entrenador Nico Estévez ha sido otra de las personas que han estado ahí en los últimos meses, dándome confianza. A él ya le conocía de antes, pero tanto a Nico como a Rufete les estoy muy agradecido por su cariño. Se nota que les gusto bastante y así me lo hacen saber, me han dado toda la confianza del mundo y sólo puede tener palabras de gratitud.

Uno piensa que, ahora mismo, los chavales de la Academia de Paterna sueñan con ser el próximo Fede Cartabia.

Esperamos ser un nuevo Paco Alcácer, Fede o Bernat, que son los referentes más cercanos que tenemos en el Valencia CF actual. Ahora mismo sabemos que podemos subir si lo hacemos muy bien en el filial y en cada oportunidad que nos den de entrenar con ellos.

Hablando de entrenar, ¿cómo se ha sentido en todo este tiempo que ha podido compartir sesiones con la primera plantilla que entrena Miroslav Djukic?

Es algo espectacular. Jugar con Éver Banega, que las da todas al pie y que no pierde ni un balón. Es otro ritmo, otra cosa. También está Parejo que tiene mucha calidad, o un Pabón que es muy rápido. Se trata de una gran experiencia en la que aprendes mucho jugando con ellos.

Actualmente en la plantilla del Valencia se ve una rendija, una vacante en la posición de banda derecha en la que sólo está Feghouli como jugador puro de esa posición. ¿Usted considera que por su rendimiento en el filial en los últimos tiempos puede tener una oportunidad de debutar con el Valencia?

Ahora juegan muchos partidos en poco tiempo. Espero que me den la oportunidad y tratar de aprovecharla, y si no me la dan pues me tocará seguir trabajando con el Mestalla como estoy haciendo cada día. Yo siempre he jugado en la posición de extremo por la derecha y es donde más cómodo me siento, jugando pegado a la banda derecha, aunque siempre he tenido mucho gol y si el año pasado no marcaba goles es porque no estaba bien físicamente. Cuando estoy bien llego más al área y tengo más opciones de golear.

Ha mencionado el tema de los problemas físicos del año pasado. ¿Qué le ocurre a un chaval joven cuando sufre una lesión en el pie como la suya, más propia de jugadores de baloncesto, que tras recuperarse y volver a jugar acaba recayendo?

La pasada temporada fue un calvario, me iba llorando a casa muchas veces. Lo pasé muy mal, porque además venia de un año en el que todos hablaban muy bien de mí, y después de caer lesionado nadie te apoya, nadie te llama, y me iba a casa destrozado. Por eso que este verano me llamara el primer equipo me ha subido la moral, y gracias a eso actualmente estoy así de bien.

Fue una madurez forzosa.

Sin duda. El año pasado lo veía todo negro mientras estaba lesionado, y eso me hizo darme todavía más cuenta que quería ser futbolista y que para ello tenía que correr y trabajar mucho. En el pasado no jugaba y luego eso me provocaba no entrenar bien, pero ahora estoy a tope y por eso quiere seguir así.

¿Quiénes fueron sus apoyos en esos meses tan complicados para usted?

Obviamente la familia, mi padre que es el que más caña me mete, también mis representantes. El año pasado ni el entrenador ni el club me apoyaron en nada, y eso fue algo que eché muy en falta.

Pero todo eso ya quedó atrás y ahora, como ya hemos comentado, es una de las estrellas que más brillan en el firmamento del Valencia Mestalla. Es uno de los que ha subido a entrenar con los ‘mayores’, algo que también han hecho varios de sus compañeros. ¿Se habla de todo esto en el vestuario del filial, se palpa la ilusión por la posibilidad de poder debutar con el primer equipo?

Lo que de verdad se nota es que el Valencia cada vez tiene menos jugadores, hace plantillas más cortas. El año pasado, sin ir más lejos, algunos canteranos como Portu, Gayà o Mario Arques fueron convocados, incluso para viajar al Allianz Arena en la Champions League. Este año igual, si falta uno van a tirar de nosotros, y si los resultados de la cantera siguen siendo buenos más van a confiar en nosotros.

Ahí estará usted para coger la primera oportunidad que le den, aunque algunos opinen que no le vendría mal coger algo de volumen. Lo que viene siendo ponerse más fuerte.

Ahora mismo me siento muy preparado, me siento igual o mejor que el último año antes de lesionarme, cuando todavía era juvenil pero jugué la mitad de temporada con el Mestalla. No soy de ir mucho al gimnasio, la verdad es que voy muy poco, pero reconozco que un poco más de fuerza no me vendría mal. Tampoco mucha, porque un jugador de banda no puede estar muy fuerte, debe estar fino para encarar a los defensores contrarios.

Centrémonos un poco más en el actual Valencia Mestalla de Nico Estévez, alguien que usted ya ha dicho que le ha apoyado mucho en los últimos meses. ¿Qué ambiente ha generado en el vestuario su llegada?

Nico nos trata muy bien, además de que también habla con los que no están convocados para que no se preocupen y sepan que pueden estar en la próxima convocatoria que de. Se porta muy bien con todos nosotros y de momento no ha habido ningún mal rollo en el vestuario, ni tan siquiera con los nuevos jugadores que han llegado -Chumbi, Hiroshi, Ayala, Mario Marín y los dos porteros Jaume y Yeray-, son buenos chavales y se han integrado muy bien al grupo que ya teníamos formado.

Nico Estévez comentó nada más llegar, en una entrevista concedida a este diario, que consideraba clave hacer una ‘piña’ en el vestuario, que fuera una roca a la que no le afectara nada del exterior.

Así está siendo, él quiso hacer una ‘piña’ desde que nos concentramos en Oliva. Lo ha conseguido porque todos los compañeros nos llevamos muy bien y no hay malos rollos ni grupos, que es algo que pasaba otros años. Estamos todos a una y eso se demuestra en los resultados, que de momento nos están yendo muy bien.

No afecta ni tan siquiera toda la polémica levantada acerca de los centrales, de si tienen nivel para jugar en el primer equipo. Todo lo que se está hablando de futbolistas como Tendillo, Quintanilla y Carlos Delgado. ¿Es algo que se comenta en el vestuario?

No, que va. Por ejemplo, lo de Tendillo que han salido portadas en varios medios, y tengo que decir que nadie ha hablado de esto dentro del vestuario, ni tan siquiera a la hora de hacer bromas. En el caso de Carlos Delgado, es un chico que ha tenido mala suerte y no hay nada más que decir. Si no se hubiera lesionado el año pasado, seguro que ahora mismo estaría en el primer equipo del Valencia. Estuvo a un nivel espectacular, y yo por el apostaría seguro porque es un jugador que a mí personalmente me encanta.

Si no es ahora, uno es capaz de imaginarse a un Valencia de la temporada 2016/2017 lleno de canteranos. Por las buenas vibraciones y los cambios que se respiran en la Academia de Paterna día a día, ¿usted también tiene esa sensación acerca del futuro del club?

Sí, yo también tengo esa sensación. El Valencia ahora mismo de dinero no está muy bien, y en estas circunstancias actuales tienen que tirar de la cantera y aquí hay muy buenos futbolistas. Creo que es algo que puede pasar perfectamente.

No sería justo acabar sin conocer su opinión o idea sobre lo que debe hacer el filial en la presente temporada. Viendo los últimos resultados y la calidad que hay en la plantilla, ¿son ambiciosos o quieren ir con paciencia y partido a partido?

Durante los últimos años, el objetivo del Mestalla era quedarse en Segunda División B. Con ese objetivo es complicado llegar a algo, así que nosotros queremos luchar por la promoción de ascenso. El Valencia Mestalla debe estar al menos entre los 10 primeros, no estar abajo en la tabla. La palabra que yo considero más importante es ambición.

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