Si bien es cierto que en el partido no se pudo destacar la actuación individual de ningún futbolista granota, sí que hubo detalles interesantes a extraer de la goleada (7-0) encajada por el Levante UD en el Camp Nou.
Keylor Navas vendido. Un partido tan difícil como agónico para el cancerbero costarricense. Poco pudo hacer ante el carrusel de ocasiones del FC Barcelona. Su pundonor evitó un ‘roto’ aún mayor.
Pedro López no pudo con su tocayo. El extremo canario le hizo la vida imposible al lateral de Torrent. En defensa no estuvo acertado y en ataque no pudo ofrecer nada.
Rodas y Navarro, difícil plaza para torear. El juego rapido y combinativo del Barça destrozo a la pareja de centrales granota. Y es que no es fácil estrenarse en liga contra uno de los mejores ataques del mundo. Infantil error de Rodas en el séptimo gol.
Juafran no fue la excepción. Al igual que todo el equipo, el lateral de Orriols no estuvo a la altura de la cita. La velocidad de Alexis y la explosibidad de Neymar borraron del partido al capitán granota.
Sérgio y Simaõ, muy lejos de Diop e Iborra. Los dos ‘stoppers» granotas en el Camp Nou no tuvieron su día. El centro del campo blaugrana fue muy superior al del Levante.
El Adoua y Pallardó poco pudieron hacer. Con el partido prácticamente sentenciado, la función de estos dos futbolistas fue la de conseguir que el Barça anotara el menor numero de goles posibles en la segunda mitad.
Rubén y Xumetra, desaparecidos. Prácticamente ni tocaron el balón, un partido demasiado difícil para las bandas granotas.
El Zhar fue uno más en el ataque. En la misma línea que Rubén y Xumetra. El franco marroquí no estuvo a la altura del encuentro.
Ivanschitz hizo lo que pudo. Con el partido terminado, el austriaco apenas toco el balón. Poco se le puede echar en cara…
David Barral, una isla. Cuando el equipo no funciona, el delantero no recibe balones. Asíes imposible marcar gol, el atacante estuvo más pendiente de defender que hacer gol.
MVP del Levante: Keylor Navas
Si no hubiera sido por el costarricense y sus intervenciones en la segunda mitad, la diferencia en el marcador podría haber alcanzado cotas todavía más sonrojantes.