El cara a cara entre Lim y Salvo convence al magnate de seguir adelante con la compra

Una maratón de contactos durante más de seis horas y un compromiso verbal debajo del brazo. Ese es el tesoro que Amadeo Salvo, presidente del Valencia, traerá consigo cuando regrese este jueves en la capital del Turia tras aterrizar en Barcelona. El viaje relámpago del dirigente a Singapur para verse cara a cara con Peter Lim ha vuelto a dar un giro al panorama que preludiaba nubarrones en el proceso de venta del Valencia. El pesimismo del martes pasó a convertirse en un «moderado optimismo», en palabras de varios patronos de la Fundación VCF, en la jornada del miércoles.

Muchos miles de kilómetros para pulsar las sensaciones de un empresario que ha acumulado muchas dudas en la última semana. Los requerimientos notariales -hasta siete en un mes- que se han acumulado en la bandeja de entrada de la Fundación eran un motivo de preocupación, simbolizado en las reclamaciones que José Granell ha realizado respecto a Newcoval. La quinta versión del contrato de compraventa, no obstante, sigue sin llegar a los patronos. Lim lo retiene en su poder y pretende, ya con Salvo de nuevo en Valencia, ajustarlo y perfilarlo hasta quedar satisfecho con el resultado. El consabido tira y afloja de cualquier negociación, por tanto, aún no ha sido resuelto.

PACTO LIM-VCF: GARANTÍAS PERSONALES A CAMBIO DE SEGURIDAD

Pasar un puñado de horas en un país y centrar toda la actividad en un despacho, negociando y persuadiendo a un sólo individuo para que siga adelante con una transacción de muchos millones de euros no parece el mejor plan de viaje para nadie. Amadeo Salvo hizo el petate y aterrizó en Singapur con la misión de mantener a Lim en la partida y evitar una posible ‘espantada’. Los ecos que le llegaban al presidente del propio empresario y de su entorno no eran nada halagüeños horas atrás.

Armado con documentación clave para su argumentación, Salvo mostró a Lim con papeles que sus dudas no están fundamentadas. Según la carta de Bankia desmarcándose de Granell, y el informe redactado por Francisco Blasco y Aurelio Martínez y remitida a Newcoval, las reclamaciones por el pago de los polémicos 87 millones de euros tienen un recorrido legal absolutamente limitado. Según dichos documentos, cualquier juez tumbaría a las primeras de cambio ese requerimiento.

Como buen hombre de negocios, Lim fue duro en su postura. Agradeció la visita personal del presidente a 11.000 kilómetros de distancia para verse las caras, y también el hecho de que los aficionados del Valencia hayan hecho fuerza en las últimas horas en las redes sociales para mostrar su apoyo al magnate. Sin embargo, el presidente de Meriton quería algo más tangible, plasmado negro sobre blanco. El requerimiento de Newcoval era uno de los puntos a solventar, pero no el único.

Existen aspectos del último borrador del contrato de compraventa que no gustan al magnate, como una indemnización de 200 millones a abonar en caso de no cumplir con los compromisos adquiridos -la cantidad llegó a superar en borradores anteriores los trescientos millones-, poca concreción respecto a la responsabilidad que tendría el nuevo propietario respecto a actos previos a su acceso -‘dardo’ inequívoco a Andrés Sanchís y a su demanda interpuesta por el proceso de ampliación de capital de verano de 2009- o el hecho de que el contrato especifique una ampliación de capital obligatoria e inmediata una vez el cambio de manos se produzca. En definitiva, el singapurense reclama seguridad y protegerse de posibles problemas una vez se realice la operación.

Esas serán las asperezas que los abogados y asesores de Lim y de la Fundación deberán limar para rematar el contrato, según fuentes del actual máximo accionista, «en las próximas veinticuatro o cuarenta y ocho horas», con la finalidad de que la votación del Patronato para ratificar a Lim pueda producirse a principios de la semana que viene. A cambio, uno de los puntos más polémicos en las últimas semanas se decantará a favor de la Fundación y del club: Peter Lim avalará con su patrimonio las operaciones de inversión directa a corto plazo. Así, los 35 millones de euros de inyección de liquidez inmediata a la entidad o los esperadísimos 60 millones de euros en inversión deportiva, con fichajes este verano, tendrán la garantía personal del magnate. Ese es el compromiso arrancado en el viaje relámpago a Singapur.

LAS FICHAS DE LOS JUGADORES SE PAGARÁN Y BANKIA APLAZARÁ

Desde Valencia las novedades en la negociación se fueron conociendo con cuentagotas en la jornada del miércoles, debido a las seis horas de diferencia horaria respecto a Singapur. A mediodía, Aurelio Martínez y los consejeros de confianza de Salvo en este asunto, Jose Manuel Palau y Manuel Peris, coincidieron en las oficinas del club y permanecieron al tanto de las conversaciones. También el patrono y abogado Francisco Blasco estuvo al tanto -su informe tumbando las reclamaciones de Granell fue uno de los argumentos de Salvo en la reunión con Lim-, al igual que muchos patronos a través de comunicaciones internas via correos electrónicos y mensajes de texto.

Así, a primera hora de la tarde reinaba un optimismo relativo ante la corrección en el rumbo de las negociaciones, cuyos renglones se habían torcido días atrás. Un optimismo no peleado con la cautela tras muchísimos cambios en el escenario en apenas unas semanas. La Fundación espera reunirse de forma inminente, quizá este mismo jueves, una vez Salvo llegue a Valencia para diseccionar las nuevas condiciones pactadas con Lim para el contrato de compraventa accionarial. Si se aceptan, se redactará el documento definitivo. A la espera del informe de Pricewaterhouse Coopers, de nuevo el calendario provisional apunta a los tres días de rigor antes de la celebración de la reunión que ratifique o no la oferta de Peter Lim. Dicho cónclave, según patronos consultados por este periódico, podría convocarse para principios de la semana que viene.

Los continuos retrasos en el proceso han puesto en jaque, además de la planificación deportiva del equipo, a la tesorería de la entidad. Una contingencia que el club ha solucionado con una previsión de más de diez millones de euros para poder hacerse cargo de los pagos de las fichas de los futbolistas de forma inmediata, cuya segunda mitad debe abonarse el 30 de junio según el compromiso adquirido con la plantilla.

En los últimos años, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ha establecido una política de tolerancia cero con los impagos, especialmente dura con los clubes de Primera División. La AFE vigila con lupa a los equipos y la legislación establece que, con apenas un sólo futbolista agraviado por un impago de cantidades acordadas que esté dispuesto a reclamar, se puede abocar a un club a un concurso de acreedores necesario.

Esto, y no el crédito con Bankia, es lo que preocupa al club a fecha de hoy respecto a los compromisos económicos más inmediatos. Evitar problemas con las fichas es prioritario, y le sigue en la lista el poder llevar a cabo las operaciones para la confección de la plantilla 2014-2015.

El vencimiento del crédito de Bankia tendrá lugar este 27 de junio, pero ni el banco ni el Valencia están inquietos ante esa coyuntura. La entidad que preside Jose Ignacio Goirigolzarri adquirió en su momento, tras alcanzar el acuerdo con Meriton Holding para la reestructuración de la deuda del club, el compromiso tácito de no ejecutar la prenda por el préstamo de 230 millones de euros concedido al Valencia. Probablemente se produzca un nuevo aplazamiento de un mes, con un máximo de dos meses, mientras se cierra la venta del club a Peter Lim.

Foto: EFE

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