El miércoles el técnico del Levante, José Luis Mendilibar, comió junto a Quico Catalán, Manolo Salvador y el consejero Miguel Ángel Ruiz. Una cita que la directiva granota define como normal y donde no se le dio ningún ultimátum al entrenador. El máximo exponente del banquillo explicó en rueda de prensa que no se habló de su futuro y sí de la trayectoria del equipo.
Lo cierto, es que el presidente del club, dentro de la gravedad y la preocupación propias de la situación, se mantiene tranquilo. Tanto la secretaría técnica como la directiva, por ahora, confían en su entrenador.
Por este motivo, la idea del club es no destituir al entrenador en caso de derrota en Ipurúa. Salvo hecatombe, Mendilibar continuará en el banquillo granota sume o no algún punto contra el Eibar.
Esa idea se ha vuelto a refrendar en el consejo de administración del jueves por la tarde. Una reunión larga, ha durado parte de la tarde y ha concluido a eso de las once menos cuarto de la noche. Allí han acudido los consejeros y el presidente, Quico Catalán.
Sobre la mesa, uno de los puntos más importantes, la situación del equipo. En el consejo hay preocupación por la trayectoria y las sensaciones del equipo. Pero se sigue confiando no solo en Mendilibar, también en Manolo Salvador. Los consejeros reiteran la confía en su entrenador y en su director deportivo de cara al próximo envite en Eibar.
Como es natural, uno de los problemas que más preocupan a la directiva son las múltiples lesiones del equipo. Aunque, por ahora, se le da un voto de confianza al preparador físico de Mendilibar.
Además, hay jugadores que todavía no han demostrado lo que valen debido a las lesiones. Es el caso de Gavilán o Rafael Martins. Mañana el equipo realiza su último entrenamiento antes de viajar a Eibar el sábado.