Hacer que lo difícil parezca fácil es una de las cosas más complicadas, no solo en el fútbol, sino en la vida. El protagonista de este artículo lo consigue semana tras semana, partido tras partido, entrenamiento tras entrenamiento. Y lo consigue con una elegancia impropia de un jugador de 18 años. Esa elegancia le ha hecho ganarse el sobrenombre de El Dandy.
A sus 18 años, lleva 12 en el Valencia CF, un tercio de su vida. Más de 500 goles a sus espaldas, que se dice pronto. Carlos Soler empezó como delantero y poco a poco ha ido retrasando su posición hasta llegar a ser hoy uno de los jugadores más completos de la Academia del Valencia CF.
Cada vez más aplicado en tareas defensivas, Carlos tiene, además, una salida de balón impecable. Es el encargado de incrustarse entre los centrales, pedir el balón y abastecer a sus compañeros de pases precisos y con intención, intentando siempre superar líneas rivales.
Siempre con la cabeza alta y un estilo inconfundible de conducción del balón, a Carlos Soler no se le olvida que fue delantero y no duda en sumarse al ataque y probar fortuna de cara a puerta con su potente y colocado disparo. Sin embargo, hay una virtud de Carlos Soler que salta a la vista: es el encargado de poner en movimiento todos los balones parados del equipo. Los córners y faltas tienen dueño. El jugador valenciano tiene un guante en el pie, sus compañeros lo saben y se frotan las manos cada vez que Carlos pone el balón con mimo en el césped y da unos pasos hacia atrás: peligro asegurado.
El joven, que ya es un fijo en el esquema del Valencia Mestalla de Curro Torres, tiene un palmarés envidiable: Campeón de España con la Selección Valenciana sub 12, Campeón de la Liga Infantil en 2010 y 2012, Campeón de la Nike Premier Cup España en 2011 y 2012, MVP del Torneo de Arona, que reúne cada año a los mejores equipos del mundo en categoría infantil, Internacional con la selección valenciana desde la sub12 hasta la sub18…
El siguiente paso es ser internacional español. La competencia en el centro del campo es dura, pero si algo tiene claro Carlos Soler es que con trabajo, esfuerzo, sacrificio y humildad todo se consigue. Un jugador con los pies en el suelo, que sigue estudiando, sacando buenas notas y pensando en seguir con su formación y aprendizaje de idiomas, algo que no es fácil ni habitual para alguien que se dedica al fútbol.
Un Dandy dentro del campo, pero también fuera de él. Igual no se habla de Carlos Soler tanto como de otros, pero sin hacer ruido se está haciendo un hueco insustituible en todos los equipos del Valencia CF de todas las categorías. Esperemos poder disfrutar de su clase pronto sobre el césped de Mestalla.
Por Álvaro Benzal
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