El final de una era sólo es el principio de otra

Llegó el fin de una era en la Fórmula 1. La de los V8 atmosféricos, los que quizás deberíamos recordar como los V8 congelados. La congelación de motores fue una medida implantada por la FIA buscando contener costes y frenar un desmesurado gasto de los equipos en el desarrollo de las mecánicas. Pero claro, esto es F1, y aquí trabajan los mejores. Esas décimas que no se podían sacar exprimiendo los propulsores, terminaron consiguiéndolas a base de aerodinámica, por lo que la medida sirvió sólo para que el dinero se gastase en otras áreas.

En la mente del aficionado, la temporada 2013, última de esta era de los V8, quedará grabada como un certamen de dominio absoluto de un fabricante de bebidas energéticas que ha conseguido sonrojar al más pintado, y es que aunque Red Bull comenzó el campeonato sin llevarse bien con los neumáticos Pirelli con carcasa metálica, el RB9 siempre fue una máquina demoledora y temible en cualquier tipo de trazado.

Si contar con el mejor monoplaza de la parrilla no era suficiente garantía, un crecido Sebastian Vettel  deslumbró a su equipo con un pilotaje de alto nivel, dando más trabajo del deseado a su ingeniero de pista, el francés Guillaume Rocquelin, quien pasó la segunda parte del campeonato conteniendo el ímpetu del joven piloto alemán, que lejos de conformarse con doblegar a sus rivales, pretendía también humillarlos a golpe de record.

En una categoría inferior militaban Mercedes, Lotus y Ferrari, que a la postre fueron los que dieron algo de vida a un mundial eclipsado por los prematuros títulos tanto de Red Bull como de Vettel , que se proclamaron campeones cuando finalizó el Gp de India. Una suculenta cifra económica para el subcampeón llevó tanto a Ferrari como a Mercedes a luchar hasta la última carrera, llevándose finalmente Mercedes el premio. Mientras tanto Fernando Alonso se mostraba muy superior a su montura y conseguía de nuevo el subcampeonato de pilotos, que al contrario del de constructores no tiene ninguna compensación económica.

Pero si por algo recordaremos la pasada temporada 2013, será por las delaminaciones y explosiones de los neumáticos Pirelli con carcasa metálica, que propició que el fabricante volviese a los neumáticos de 2012 con carcasa de Kevlar alegando motivos de seguridad. A partir de ese momento hubo un antes y un después para muchos equipos.  Red Bull  con el cambio de gomas consiguió las alas que hasta ese momento le habían faltado para extraer la quinta esencia a su fantástica máquina, mientras que  Ferrari, que había comprendido a la perfección los nuevos P Zero, con el cambio de carcasa ya no volvieron a levantar cabeza.

Una vez finalizada la temporada 2013, la 2014 viene de la mano de un profundo cambio reglamentario que todos los equipos aprovecharán para intentar llevarse el gato al agua. Los nuevos propulsores V6 Turbo serán los protagonistas de una nueva Fórmula 1, donde la potencia, la fiabilidad y el consumo le restarán relevancia a la aerodinámica, aunque lógicamente seguirá siendo importante. Pirelli por su parte, deberá sobreponerse a su funesta temporada 2013 sabedores de que se juegan algo más que el prestigio, y tendrán que ingeniárselas para ofrecer a los equipos unos neumáticos dignos de la potencia y par de los nuevos motores, pero sobre todo dignos para una F1 donde solamente tienen cabida los mejores. El resto ya lo echarán los ingenieros y pilotos de cada escudería.

Nosotros por nuestra parte, comenzamos la nueva era V6 Turbo en VLC News con la sección “F1 MODERNA”.  Intentaremos trasladarles toda la emoción y la pasión por la Fórmula 1, y por todo lo que la rodea.

 

Javier Sánchez (@Javi_F1M)

formula1moderna.wordpress.com

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