El Mito de ‘Djuka’

Fue una de las frases más llamativas tras la goleada por 3-0 que el Valencia obtuvo sobre el Osasuna. Una afirmación de Djukic que respaldaba su decisión en la previa de apostar por el mismo centro de la defensa que había dejado la portería a cero en la victoria de Swansea. Víctor Ruiz y Mathieu, dos zurdos, la posibilidad tabú que hace un mes le parecía maldita al técnico valencianista.

De hecho, su negativa a jugar habitualmente con dos centrales zurdos -amparado en la salida de balón y en las características tan especiales que tienen los jugadores de pierna izquierda- tras el ‘affaire’ Rami provocó el fichaje del jovencísimo defensor portugués Rubén Vezo. Djukic no quiso mirar a un filial que habitualmente juega con Carlos Delgado y Sergio Ayala, dos zurdos natos que podían haber reforzado a la primera plantilla hasta final de temporada. Desde la Academia Gloval no se entendía del todo este rechazo a emplear a dos futbolistas con el mismo perfil, cuando es moneda común el hecho de que los equipos usen a dos diestros.

El mismo preparador del Valencia así lo hizo desde principio de temporada alineando de partida a Rami y Ricardo Costa. Pero el escándalo del francés, que provocó su salida, y el descontento de Mathieu acabaron por conducir al equipo hasta un centro de la zaga formado por el capitán Ricardo Costa y Jérémy Mathieu. Es en la jornada 5 cuando Mestalla vive por primera vez el ‘experimento’ de dos centrales zurdos, contra el Sevilla y tras la lesión de Ricardo Costa. Víctor Ruiz le sustituyó y acabó anotando el tercer gol de un partido que salvó la cabeza de su entrenador. La dolencia del portugués facilita que el catalán y el galo sigan siendo el cerrojo valencianista las dos siguientes jornadas, que también se saldan con victorias y ningún gol en contra.

Pero el cuerpo no le pedía esto a Djukic, que en San Mamés recupera su Ricardo Costa – Mathieu para una defensa que sólo en la recta final, con los problemas físicos de Barragán, vuelve al ‘look’ maldito tras el ingreso al césped de Víctor Ruiz y el ajuste de Costa hacia el lateral derecho. La buena racha de resultados y los compromisos de las selecciones, de los que vuelve tocado el capitán luso, provoca otra titularidad de la actual pareja de moda contra la Real Sociedad. Mestalla contempla una derrota que pone el punto y final a esta sociedad, una mezcla imposible a ojos de un Djukic que sólo ha rectificado casualmente desde que Rufete es el nuevo manager general deportivo.

Porque en la Europa League tampoco era la alternativa que empleaba, jugando el catalán junto a Ricardo Costa. Algo incomprensible para un Rufete que siempre ha defendido la alternativa de dos futbolistas de pierna izquierda compartiendo centro de la defensa. Así se lo transmitió al serbio en las charlas que han tenido durante la última semana, los días en los que el nuevo responsable de la parcela técnica trato de descifrar el jeroglífico de un Valencia perdedor. Y nada más acceder al cargo, en los dos primeros partidos que ha disputado el equipo desde su nombramiento, se obró el milagro que ha abierto la mente del entrenador del Valencia CF.

En Swansea, por primera vez juntos en Europa League, jugaron Víctor Ruiz y Mathieu despertando los elogios en rueda de prensa posterior de Djukic. Los más pesimistas auguraban una vuelta de Ricardo Costa para el compromiso crucial contra Osasuna, por ser el capitán y por la fuerte ascendencia que hasta ayer parecían tener dentro del vestuario los portugueses del equipo. Pero como se suele decir, lo que funciona no se toca, y en una decisión sorprendente el inquilino del banquillo le dio toda su confianza a una pareja de zagueros que se la está devolviendo con creces. Ya lo sabe todo el mundo después de las palabras del balcánico en sala de prensa. El fin de uno de los mitos más arraigados en el fútbol, del que ya no se cree ni una palabra un hombre que ha dado otro paso más en su aprendizaje como entrenador.

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