El otro lado de la cama

La rabiosa actualidad, rabiosa por lo hiriente en lo deportivo y rabiosa por la urgencia temporal, me obliga a dejar en el tintero temas que no deben olvidarse. Amadeo Salvo cumple cien días como presidente y, si el equipo funcionara bien, todo serían elogios para sus decisiones. Les dejo dos que, en un futuro les prometo que analizaré en profundidad, pero que, por su relevancia no quería que se me pasaran por alto. Porque ya era hora que el Valencia encontrara por fin la fórmula para poder pagarle dinero a la Fundación y que esta pueda refinanciar su deuda, y que repescara a una figura como Kempes. Brindo por ello.

Pero, hete aquí que llega el debut en Europa League y, a modo de dolorosa pesadilla, me toca ponerme de nuevo a hablar de camas, despertares dolorosos y preocupaciones que nos hacen levantarnos del lecho con sudores fríos. Porque yo no sé si Rami ayer se autoexpulsó, si Ever Banega perdió infinidad de balones voluntariamente, o si Barragán asiste al rival en señal de protesta por algo.

Pero de lo que no tengo ninguna duda es que el partido fue una auténtica castaña, que me aburrí como una ostra y que no vi ni intensidad, ni pundonor, ni tan siquiera la reacción tan cacareada en sala de prensa en Paterna durante la semana. Y aviso a navegantes: la afición, el vulgo, la gente, yo mismo, no somos tontos y empezamos a cansarnos y no miramos precisamente (o únicamente) al banquillo.

En el equipo hay calidad y, no dudo de que el cuerpo técnico tiene algo de culpa en la situación deportiva que atraviesa el Valencia, pero tampoco nadie nos puede evitar que sospechemos que algo raro pasa en ese grupo de futbolistas. Lo de Cornellá tiene un pase, lo de Sevilla otro, lo de ayer en el debut europeo, ya no.

No es normal que el Swansea, un equipo más bien tirando normalito, venga a Mestalla y se pasee como hizo ayer. No es normal que, desde el portero (no está Guaita para pedir muchas oportunidades en este momento) al inexistente delantero centro, rindan muy por debajo del nivel que tienen.

Sinceramente soy de los que piensa que este grupo no se ha confabulado para hacerle la cama al entrenador, pero tampoco les veo volcados con el proyecto. Y, como no se pongan las pilas, más que la continuidad de Djukic, lo que debería ponerse en tela de juicio es la idoneidad de que algunos futbolistas sigan vistiendo la camiseta de este Valencia.

 

David Torres (@davidcanalnou)

Periodista Radio Nou

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