El papel lo aguanta todo

No es el primer caso –ni será el último- de un presidente que accede a Mestalla con proclamas de este calado. Por escrito, para más inri. El papel es muy sufrido. Lo aguanta todo. Evidentemente, todo este asunto es un capítulo de Peppa Pig comparado con algunos precedentes sonrojantes en Mestalla. ¿Quién no recuerda a Juan Soler y su “a nosotros las cuentas nos salen perfectamente. Y nos sobra, se lo digo así de claro. Vamos a tener el mejor estadio de Europa. 75.000 plazas. Y nos va a sobrar el dinero”? Era octubre de 2006. Las obras del estadio siguen paradas y el club vive en la agonía que le provoca una deuda superior a 360 millones de euros.

Por eso hay que ser extremadamente cauteloso con lo que se promete. Especialmente si es por escrito. Las palabras se las lleva el viento pero el papel, insisto, lo aguanta todo. Vuelvo al apartado cuarto del punto 6 de GLOVAL. Empecemos por la competitividad presupuestaria. El pasado mes de enero, la LFP aprobó el nuevo reglamento de control económico de los clubes elaborado en coordinación con el CSD. Javier Gómez, mano derecha de Manuel Llorente en Mestalla durante tantos años, es el padre de la criatura. La ordenanza de nuevo cuño es férrea e inflexible. Constriñe las partidas económicas y las ajusta a la realidad. Establece un coste máximo de la plantilla y amortizaciones de fichajes con el que se persigue garantizar el equilibrio presupuestario y determina la capacidad o no de inscripción de jugadores.

El corsé que impone la Liga tiene una relación directa con la hoja de ruta de Braulio Vázquez los dos próximos meses. El director deportivo del Valencia dispone de seis millones de euros brutos menos que la pasada temporada para diseñar el equipo 2013/14. El club, por tanto, está obligado a rebajar capacidad presupuestaria y sólo podrá tener más competitividad si logra más ingresos por abonados o publicidad.

Para lo deportivo hay que esperar. ¿Puede construirse una plantilla igual o más potente con un desembolso de 51 en lugar de 57 millones? Sí, se puede. ¿Existe el riesgo de firmar jugadores de menos coste y que no ofrezcan el nivel mínimo requerido para jugar en Mestalla? Sí, existe.

El mejor ejemplo que me viene al teclado es Giovani dos Santos. Djukic ha pedido un especialista con desborde que se adapte bien a las dos bandas y el mexicano es el objetivo número uno de la dirección deportiva. Además del Valencia, pretenden su fichaje Villarreal, Atlético de Madrid y Betis, entre otros. Salvo ya ha dado indicaciones muy tajantes para que la oferta al Mallorca no supere los cuatro millones de euros. Serra Ferrer ha asegurado hasta en Radio Patio que no vende por menos del doble. Así va a ser muy complicado que el equipo no pierda competitividad deportiva. Más bien todo lo contrario. El papel, ya saben…

 

Fran Guaita (@FranGuaita)

Cadena Ser

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