Cuando estudiaba había varios modelos de compañeros. Estaba el disciplinado: nunca me gusto la palabra «empollón», parece que convertíamos lo positivo en negativo quizá por envidia. También el ‘espabilado’, ese que tenia una habilidad tremenda para salir airoso del peor examen posible. Y por último estaba el vago. Los había con suerte y sin suerte. El que no tenía suerte estudiaba la mitad de la materia y no le caía nada en el examen; y luego estaba el que elegía tres de diez temas y sacaba nota.
Pues este último es el Valencia. Un mal estudiante con mucha fortuna.
Un equipo plano, poco trabajado. Un conjunto en el que tácticamente no ves nada y en el que las variables son peores que las apuestas. El Valencia sólo ha ganado un partido de forma clara, con sensaciones futbolisticas. Lo demás es un conjunto de circunstancias favorables pero de muy poco valor.
Lo mejor es hablar del equipo con 12 puntos, una cifra atrozmente positiva viendo al equipo sobre el césped. Hasta ahora, y es la primera vez que lo escribo, no veo ningún trabajo interesante de su entrenador. Ninguno. Djukic debe ponerse las pilas de forma urgente. Ha tenido el apoyo total de su afición y esta le ha respaldado en los peores momentos, pero tiene que empezar a demostrar si tiene categoría para entrenar al Valencia o si, por contra, le viene grande. Esa es la gran duda.
La colocación de las piezas sobre el césped es mala. No existe unión entre las lineas y el equipo está partido. El trabajo táctico hay que intuirlo y la estrategia no aparece en ningún momento. La gran ventaja del serbio hasta el momento es que, por desgracia y espero equivocarme, estamos ante la peor Liga de los últimos años. Los equipos son cada vez peores y las diferencias entre muchos de ellos son abismales.
Pero eso no oculta la preocupación que se tiene sobre este aburrido Valencia. Con poco que viéramos bastaría, pero no vemos casi nada.
A lo mejor es que la plantilla es mucho mas floja, sobre todo mentalmente, de lo que pensamos. A lo mejor no da para mucho más, no sé. Lo único cierto es que los malos estudiantes tienen un día en el que se les acaba la suerte y se les viene todo encima. Que Djukic no se deje llevar por los puntos y mejore. De lo contratio, esta afición sacará su orgullo… y cuando eso pasa, ni el más valiente se salva de la quema. Y la afición empieza a estar pelín disgustada.
Carlos Egea (@cegeavivo)
Periodista Radio Nou