Es que Djukic y sus jugadores están llevando al límite la paciencia de una afición valencianista que sí tenía derecho a afrontar con pereza un choque incómodo a las cinco de la tarde de un domingo de puente. Pero el primer equipo no, porque entonces se convierten en mentiras todos los buenos pensamientos y deseos sobre la química o las ganas de seguir cogiendo confianza en este tipo de partidos que se dicen en las ruedas de prensa. Ya estaban avisados de que el resacón copero puede ser muy grande si no se juegan estos choques con precaución. Les dio igual, y la excusa de los canteranos y suplentes esta vez no vale porque el preparador serbio entendió que los menos habituales no le servían para el barro de la Segunda División B.
Los chavales estaban en la grada junto a Rufete, rumiando el motivo de que no les convoque Djukic ante el esperpento que demasiado a menudo ofrecen los mayores. Ellos venían de enseñar el camino para ganar este tipo de partidos en campos de Segunda División B unas horas antes contra la AE Prat. Con actitud, mucho esfuerzo y sacrificio, eso que salvo alguna honrosa excepción como Bernat o Ricardo Costa no pudieron encontrar sobre el césped en los 90 minutos del choque disputado en el Nou Estadi de Tarragona.
El nuevo manager general deportivo tomó este 8 de diciembre buena nota de los dos conjuntos más importantes del club ‘ché’, habiendo presenciado en directo el rendimiento del Mestalla cinco horas antes de tragarse el infumable espectáculo de unos ‘mayores’ a los que ahora mismo sólo les pide intención. Esa que, al igual que los de Nico Estévez y a diferencia del primer equipo sí que tuvo el Juvenil A de Rubén Baraja, que a primera hora también superó en el derbi de División de Honor al Levante por 3-1, confirmando que en la Academia Gloval hay mucha ambición e intención de llegar arriba cuanto antes. Por el bien de todos, esperemos que ninguna de las jóvenes promesas valencianistas haya pensado que borradas como la de hoy del Valencia CF son tolerables.
!Que aunque fuera Copa del Rey un domingo había que jugar, no era una fecha FIFA ni un amistoso incrustado en el calendario! El problema es que a estas alturas de la película uno ya no se fía de nada ni de nadie, y no pondría la mano en el fuego porque algún miembro de ese vestuario no se pensase que hoy tocaba descansar antes de afrontar la recta final del año contra los dos ‘cocos’ de Madrid.
Jugando así, los casi 2.000 valientes aficionados locales que presenciaron en directo el partido entre Nàstic y Valencia parecerán muchos comparados con los que pueden darse cita dentro de diez días en Mestalla, cuando se dispute un partido de vuelta donde no habrá lugar para juego y actitud de Segunda B. El escudo exige que el equipo de Primera se comporte como tal y cumpla los pronósticos ante el de menor categoría. Visto lo visto hoy, ¿sabrían decirme en qué categoría juega cada uno?