Decían los más viejos del lugar que el Ludogorets era invencible, que nadie había podido hincarle el diente a un equipo desconocido de la pequeña localidad de Razgrad. Hasta que apareció el Valencia CF, y con tres ‘hachazos’ puso fin a todos los mitos y leyendas que rodeaban la trayectoria del ‘equipo de Bulgaria’.
Ese aura de invencibilidad que poseían los búlgaros ha pasado ahora a manos de un Valencia que, tras el 0-3 cosechado este jueves en el Vasil Levski de Sofía, mantiene su excelente dinámica lejos de Mestalla. Cinco victorias, algunas de ellas muy cómodas, con 10 goles a favor y sólo dos en contra.
Para ser más exactos, desde el descalabro inicial con Djukic en el banquillo y con el Swansea de verdugo, el equipo ‘ché’ no ha mordido el polvo de nuevo en la Europa League.
Bien es cierto que la afición local ha visto dos pobres empates contra Kuban Krasnodar y Dinamo de Kiev, pero si se suele decir que en Europa marcar y ganar fuera de casa es clave en una eliminatoria, el valencianismo puede ir haciéndose ilusiones ante lo que está por venir. Un equipo que no pierde en casa y que encima siempre gana cuando va de visita es sinónimo de favorito en cualquier competición. Ojo al dato.
Porque además, el actual Valencia de Pizzi va calentándose más y más con el paso de las rondas continentales y empieza a perderle el miedo a cualquier oponente. No en vano, los ‘cazadores de mitos’ acaban de echar por tierra uno muy consolidado en Bulgaria. El ‘ogro’ Senderos no le tiene miedo a nada…
Foto: Lázaro de la Peña / VCF