El primer mensaje lo envió Braulio Vázquez el pasado jueves por la noche: «¿Soldado? Hay que tener plan B para todos los jugadores de la plantilla». 24 horas después, el presidente Amadeo Salvo daba un paso más allá: «Si Soldado se marchase, encontraríamos a alguien con alto nivel para jugar en el Valencia». No son declaraciones casuales. El Valencia teme que, esta vez sí, esta semana llegue a sus oficinas una propuesta irrechazable de un conjunto de la Premier –Liverpool o Tottenham– que ronde los treinta millones de euros por su delantero estrella, Roberto Soldado.
Pese a que desde su llegada al club el nuevo presidente ha insistido, por activa y por pasiva, que aquel club que quisiese a Soldado debería pagar íntegramente la cláusula de 30 ‘kilos’ por el atacante, el paso de las semanas, las apreturas económicas y los movimientos del mercado han cambiado el panorama. A fecha de hoy, el Valencia aceptaría una oferta cercana a esa cifra o que la igualase aunque una pequeña parte del dinero fuese en concepto de variables. Pero, eso sí, siempre y cuando la operación se cierre durante los primeros días de agosto, para así disponer del tiempo para buscar recambios de garantías para esa demarcación.
Como apunta el diario AS en su edición del lunes, el club contempla la posibilidad de traer no uno, sino dos delanteros en caso de que Soldado se marche a la Premier. Uno de ellos es el portugués Helder Postiga, con el que el club contactó hace días y cuyo rol sería similar al de Nelson Haedo Valdez la temporada pasada. Para complementarle se busca otro ariete de más nombre, capaz de mitigar la decepción en la grada por la marcha del ‘9’ -igual que Soldado lo hizo tras la venta de Villa en 2010- y que asegure un buen número de goles por temporada. El francés Gameiro, el italiano Osvaldo o el portugués Hugo Almeyda son algunos de os nombres que baraja la dirección deportiva.