Escollo salvado

Llegados a este punto, se abre un nuevo escenario en la vida del Valencia repleto de conjeturas. El primer escollo se ha salvado. El proceso de venta ha superado su fase inicial, algo que no parecía tan sencillo a tenor de lo enrarecido que estaba el ambiente y la tensión generada. El camino recorrido ha sido tortuoso, atrás han quedado episodios rocambolescos que han frenado el desarrollo previsto inicialmente.

Todo podría haber quedado resuelto mucho antes, lo que, sin duda, hubiera sido más beneficioso para la entidad. El valencianismo ha contenido demasiado tiempo la respiración; ahora, tras el anuncio oficial de la Fundación, se disipa el panorama y se ha dado un paso al frente. Las siete ofertas reconocidas inician la carrera.

Cuando hace más de un año Fernando Gómez Colomer compareció ante la opinión pública al frente de Sempre Valencia, se avanzó a los acontecimientos y predijo con absoluta precisión la problemática del Club. Los hechos le han asistido de razón, pero se ha perdido un tiempo precioso. Las soluciones provisionales nunca son las adecuadas: sirven para solventar una emergencia pero, al final, los problemas siempre vuelven a la superficie y la realidad se impone de forma tozuda.

Con este panorama no queda otra salida que encarar los problemas con realismo y aplicar soluciones eficaces. El ex capitán valencianista y las personas que le acompañaban diagnosticaron entonces de forma acertada. La fórmula que propugnaron es ahora la elegida.

A partir de ahora va a crecer la presión sobre los actores principales que deben resolver el asunto y se va a vivir un constante aumento de la exigencia informativa. La decisión final no debería retardarse, tampoco se antoja conveniente que se precipite la elección del futuro propietario de la entidad. El propósito que debería aunar todas las voluntades sería el de trabajar por el bien común. El Valencia encara un reto trascendental. Hay demasiado en juego para caer en egoísmos y ligerezas.

 

Paco Lloret (@pacolloret_)

Deportes7

 

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