Ese vacío que recorre lo más profundo de nuestra mente, esos días en los que a todos nos falta algo en lo más profundo de nuestro corazón, esas ansias de volver a sentir ese cosquilleo en el estómago cuando nos dirigimos a nuestro antiguo estadio de Mestalla… Mientras alguno disfruta de sus vacaciones, otros estamos inmersos en conocer quiénes defenderán nuestra camiseta y cuál será el futuro que le depara a nuestra entidad. Porque del futuro que le depare dependerán nuestros sueños y nuestra ilusiones.
Ahora es cuando empieza a forjarse nuestro futuro y cuando los responsables de él trabajan con un único objetivo: lograr que nosotros, los aficionados, seamos participes de él. Nos piden calma, algo que por desgracia no es uno de los dones de esta afición. En mi caso, estoy dispuesto una vez más a luchar por unas ideas, por un sentimiento, por unos valores, por valores de club, unión, familia y amistad.
Tengo muy claro que, si hay que luchar por una nueva filosofía que ayude a mi Valencia Club de Fútbol, no seré yo quien le de la espalda. Seguro que el camino será difícil, las peticiones complicadas de trasladar, pero sin duda mi objetivo tan sólo tiene un significado de tres letras: ‘VCF’.
Tenemos nueva directiva, con una idea muy clara de lo que quiere y a dónde se dirige. Eso es algo que he echado de menos los últimos años: independientemente de que sea un proyecto con el que esté de acuerdo o no, la responsabilidad de apoyarlo viene a raíz de defender al club. ¡Ojo! No me malinterpretéis: defender a mi club e intentar ayudar en sus iniciativas no significa forzosamente defender al presidente, ni a jugadores que tal vez mañana no estén. Defiendo y defenderé el trayecto del barco, el trayecto de mi club sea cual sea su capitán y sea cual sea su destino.
Resumiendo: nos espera una nueva filosofía de club que, posiblemente, aportará millones de euros en patrocinios a nuestro club. Si esa es la línea a seguir, ese será mi camino y creo que todos los componentes del mayor escaparate de la afición a día de hoy, que es la Curva Nord. Debemos empezar a pensar, por ejemplo, en qué podemos aportar a esta filosofía del «fair play» que, aunque en lo personal no la comparto demasiado, sin duda defenderé.
Paco Rausell (@PacoRausell)
Curva Nord Mario Alberto Kempes