Éver, tú no quisiste

Éver Maximiliano Banega. Hablar de Éver, es hablar de calidad, de desparpajo, de visión de juego, de regate, de magia, de filigrana pero también de irregularidad, de talento desaprovechado, de poco compromiso hacia su club.

Siempre ha habido filias y fobias sobre el argentino. Un jugador por el cual, al 100%, yo pagaría una entrada solo por verle. Hace dos semanas, se marchó cedido al equipo de su alma. Y la gente no habla de ello. Cuando estamos ante el mejor jugador de la plantilla formada por Braulio y reformada por Rufete. Una marcha que acabará en venta, a lo largo del verano.

El Valencia fichó a Banega hace cerca de 6 años, desde entonces ha tenido muchos detractores y otros, en cambio, entre los que me incluyo, aficionados que hemos eludido sus diferentes faltas extradeportivas. Al fin y al cabo, a un jugador, lo juzgamos en el verde.

En este periodo, ha dado distintas versiones. Desde la de un jugador imparable, imposible de quitarle el balón y con un sexto sentido para adelantarse al desmarque del delantero (Valencia-Málaga, temp 12-13) hasta la de un jugador fallón, poco sacrificado y con incapacidad para darle velocidad al juego (Villarreal-Valencia, temp 13-14).

Siempre he defendido que su calidad está al alcance de unos pocos elegidos, como lo pueden ser Xavi, Cesc o Pirlo pero debido a su falta de entrega, supone casi sacrilegio comparar su trayectoria con cualquiera de la de ellos. Banega es un jugador de los que yo llamó «si él quisiera», donde se encuentran otros como Robinho.

Por eso, mi conclusión al periplo de Banega en las filas blanquinegras es que él no ha querido. Con otra mentalidad, jugador nivel FC Barcelona. Éver, tu no quisiste.

 

Jorge Farrés (@jorgefarres)

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