El Valencia CF vive la semana más difícil y critica en toda su historia. Desde lo deportivo hasta lo societario. Los malos resultados del club de Mestalla obligaron a la directiva a destituir a Miroslav Djukic el pasado lunes como técnico de la primera plantilla. La decisión llega tarde, eso sí: hace tiempo que dejaron de creer en el. Y los aficionados, todavía más tiempo.
El club ché busca entrenador de la mano del nuevo secretario técnico: un Roberto Fabián Ayala que todavía no ha sido presentado. El propio Ayala fue encomendado por Francisco ‘Rufete’ para que fichase a Juan Antonio ‘Pizzi’, actual míster del San Lorenzo y el escogido por el propio Rufete para suplir a Djukic. Su presidente Matías Lammens se negó rotundamente a desprenderse el artífice de los éxitos del ‘Ciclón’.
Sólo convencer al ‘Lagarto’ y aflojar dinero por su salida reabriría las puertas de la operación, aunque los dirigentes de San Lorenzo han sido tajantes. Si falla Pizzi, el plan B sería Marcelo ‘Bielsa’, otro compatriota argentino que tampoco lo pondrá fácil.
En lo societario, como ya todo el valencianismo sabe, el club está en venta desde hace una semana. Poco más podemos añadir. y poco más. Parece ser que Bankia y la consultora KPMG ya tienen casi vendido el Valencia CF. Muchos rumores en el entorno sobre una venta que, hoy por hoy, no tiene comprador definido. Manuel Llorente, Fernando Gómez, el propio Amadeo Salvo y el último a sumarse a la lista, Amadeo Carboni. Este último ya había sonado en el mes de febrero, pero el club todavía no estaba en venta.
Todos ellos deben venir acompañados con un inversor solvente, fiable y de garantías. Que no sólo venga a hacer negocios, sino a dar solución a un enfermo que hasta ahora no tiene cura. Por desgracia, en el mundo del fútbol moderno mucho se habla y poco se hace. Final de año -es la fecha límite puesta por Bankia para la venta del club- está a la vuelta de la esquina.
Manoj Nankani (@ManuNankani)