Ilusión entre semana

Arrancó ayer el Valencia 2013-14 a las órdenes de Miroslav Djukic. Con la ilusión de quien percibe aires nuevos y pocas caras nuevas que llevarse a la boca ha arrancado el nuevo curso futbolístico en la entidad blanquinegra. La gran pregunta es: ¿qué objetivos debe marcarse el Valencia en la presente campaña?

Miren, la auténtica realidad que rodea al fútbol patrio es la que es desgraciadamente para 18 de los 20 equipos de la liga BBVA. Sí, «la liga que duerme al mundo».

Ahora mismo el panorama es el siguiente: el tercero de la pasada Liga (el At. Madrid), pierde a Falcao. La Real pierde a Illarramendi, y alguno más va a dejarse por el camino. Al Málaga se le caen Toulalán, Joaquín e Isco; y el Sevilla ya ha soltado a Navas y en breve hará lo mismo con Negredo

La cacicada propia de liga de República bananera del escandoloso reparto de los derechos televisivos se ve incrementada esta temporada con el «fair-play financiero». Otra excusa para articular una soga sobre los desfavorecidos en beneficio de los poderosos, que aún hará más grandes las diferencias en la competición.

En estas está el Valencia. Como el viejo chiste de Eugenio (qepd):

«-¿Oye, tu mujer qué tal está?

-¿Comparándola con quién?»

Un poco así está el club de Mestalla. Ni gana, ni pierde efectivos.

Más allá de las altas de Javi Fuego y Míchel y de las bajas de Albelda y del Tino Costa (‘spasiva’ Spartak, por segundo año consecutivo), la plantilla es la misma.

Conforme a los dos de arriba que siguen fichando sin control porque desde la propia liga sólo les interesa la pelea entre ellos (el twitter oficial de la LFP dio la semana pasada la bienvenida a Isco a la Liga Española el dia de su presentación en el Madrid, como si viniera de la liga croata), el Valencia sigue perdiendo terreno en la liga.

No nos engañemos. Esa es la puñetera realidad. El club de Mestalla tiene que conformarse con que ninguno de sus futbolistas sea apetecible para los dos grandes. Si así fuera no habría métodos, razones ni dinero para evitar el éxodo.

Y por abajo, viendo lo que hemos comentado de Atlético de Madrid, Málaga, Sevilla o Real Sociedad, manteniendo la plantilla debería darle de sobra al Valencia para meterse entre los cuatro primeros.

Si regalando casi media vuelta, el club de Mestalla acabó con más puntos que el año anterior, aunque en una posición peor (consecuencia de tener rivales con los que luchar, ya que la Liga se iguala cada vez más del tercero para abajo), se entiende que los de Mestalla deben de acabar volviendo a Champions. Situación fundamental para la supervivencia económica del club.

Donde el Valencia debe intentar echar el resto es en el resto de competiciones. A la hora de construir ilusión y reactivar el valencianismo de calle, el Valencia debe mirarse en el espejo del Atlético de Madrid. La Europa League y la Copa del Rey tienen que ser la apuesta para la ilusión del equipo de Miroslav Djukic.

La rutina es para los domingos, y este año la ilusión debe venir entre semana.

La experiencia demuestra que una plantilla como la del Valencia puede competir por la Europa League y que en la Copa debe fiarlo todo al torneo del KO hasta que Barça, R. Madrid o Muñiz Fernández se crucen en su camino. Y ahí debe saber que, a 180 minutos, cualquier batalla es planteable para equipos que tengan la personalidad suficiente, ideas claras y ganas de hacer algo grande.

El tiempo dirá, pero esta temporada que empieza la ilusión se plantea entre semana. El resto, la obligación de la Liga, sólo responde a un mero ejercicio de supervivencia económica. A eso se ha visto reducido este campeonato.

 

Manolo Montalt (@ManoloMontalt)

Director de La Taula Esportiva de Radio Nou

Ir arriba