“Me he pasado el último medio año saliendo todas las noches”. Cuando Quico Catalán se levantó de la mesa en aquel verano de 2009, con el acuerdo con Juanlu bajo el brazo, todavía le retumbaba en su cabeza aquella frase que le acababa de espetar el malagueño, que había pasado seis meses en blanco en el Betis por sus desavenencias con Paco Chaparro. Había fichado el Levante un futbolista con una incontinencia verbal casi autodestructiva, pero las dudas sobre su rendimiento quedaron pronto disipadas.
Una broma del destino futbolero ha permitido que este pasado 13 de junio, su primer día oficioso fuera del club granota, se cumplan tres años desde el heroico ascenso en el que tanto empeño puso el andaluz y para el que abrió el camino con un golazo al Castellón.
La siguiente temporada en Primera no lució, pero con la llegada de JIM demostró que su primer año de azulgrana no había sido un espejismo. Juanlu se convirtió en el mejor del Levante hasta que una grave lesión se le cruzó en el camino. El club aprovechó para renovarle sin reconocimiento económico y el incisivo interior, que rechazó una oferta que le doblaba la ficha (-buena decisión, porque ese mismo club acaba de descender…- dado que quería volver a triunfar en Orriols, jamás volvió a ser el mismo.
La lesión fue un misil contra la línea de flotación de Juanlu y su mala relación con JIM terminó por condenarle. El malagueño era uno de los que creía en la idoneidad de la marcha de Juan Ignacio, tanto a final de la 2011-12 como en esta última temporada, por la ruptura existente entre el vestuario y el entrenador. Tuviera razón o no sobre el peligro de renovar a JIM, lo cierto es que los clubes no se han pegado por fichar al de Rabasa: el año pasado sus ‘ofertones’ llegaron de la First Division inglesa, Chipre y China; y ahora, de momento, la cola para contratarle es algo escueta. Algo tendrá el agua cuando no la bendicen.
A la espera de lo que diga la investigación, Juanlu es otra figura importante de la historia granota que se marcha con poco brillo, como Rubén Suárez, Luis García, el propio Juan Ignacio… Ahora el proyecto fagocita a Ballesteros, pero eso merecerá un capítulo aparte. El Consejo tendrá que preguntarse el porqué de este continuo desfile por la puerta de atrás.
El adiós ha coincidido con la tormenta del presunto amaño frente al Deportivo, pero la pasión terminó mucho antes. El tiempo dará o quitará razones, pero también servirá para que el aficionado, con mayor perspectiva, valore mejor a aquellos hombres que empezaron a escribir con letras de oro la historia del segundo Centenario del Levante, guardando mayormente los buenos recuerdos sobre ellos.
Uno de esos aficionados podría ser Nicolás. Nació un 25 de octubre de 2011, con su equipo líder en solitario por primera vez en la historia tras vencer dos días antes al Villarreal por 0-3… con un doblete de ese genial, lenguaraz e inolvidable tipo llamado Juanlu.
Javier Mínguez (@javi_minguez)
Periodista