La bola de cristal

Tras una semana de ausencia en mi cita con Valencia News, observo que poco o nada ha cambiado en el proceso de venta del Valencia.

En todo caso, tras el acuerdo Lim-Bankia y tras los cambios producidos sobre la oferta inicial aprobada por los patronos de la Fundación (porque, le pese a quien le pese, las condiciones han cambiado más allá de que uno lo proponga y el otro lo acepte), asistimos a una catarata de rumores que no hacen si no aumentar el nerviosismo en el aficionado de a pie.

Y eso radicaliza aún más las posturas. Digas lo que digas, vas a pasar a ser encasillado en un bando u otro. En eso se ha convertido esto, ya se encargan algunos. Y tengo tan claro que el 90% de los compañeros se esfuerzan por intentar informar lo mejor posible sobre este proceso -está el trabajo tan abundante como para arriesgarte a hacerlo mal adrede y perder tu puesto…-, como que también hay banderas interesadas en ambos bandos. A esas banderas me hubiera gustado verlas a mi en el 86, cuando el murciélago del escudo acumulaba tanta miseria sobre las alas que ni siquiera era capaz de realizar un vuelo rasante en Primera y acabó bajando a Segunda. Desde mi pase de socio en el sector 5 en aquella época no percibía a tanto adalid del valencianismo, ni de la falta de ataduras.

Tengo muy claro que el valencianismo se merece lo mejor. Que sea lo que salga de este invento, salga bien. Y la verdad es que hay nombres que ilusionan tanto, como decisiones unilaterales que desaniman en la manera en la que, parece, pueden ser tomadas.

Pero no podemos sorprendernos. Porque la realidad, guste o no, es que si el Valencia CF pasa el test de stress de Lay Hoon y sus hombres (quienes han tomado el club al más puro estilo O-Ren Ishii y los 88 maníacos), y por tanto Lim compra definitivamente el club será el amo, dueño y señor. Para bien, o para mal. Nos guste, o no nos guste, el Scatergories pasará a ser del singapurense y si quiere aceptar «Nuno Espírito Santo» como entrenador, no habrá otra.

Y en esta catarata de informaciones que surgen, pese a intentar arrojar la mayor luz posible sobre este proceso, hablo de rumores y de que las cosas «parecen». ¿Y saben porque? Pues miren, porque ni tengo una bola de cristal para asegurar que se va a hacer un súper-equipo, ni para afirmar que van a colocar en Mestalla un carro de medianías portuguesas a mayor gloria del bolsillo de Jorge Mendes. Y segundo, porque no hablo todos los días con Peter Lim ni con Lay Hoon para saber cuales son sus planes. Lo reconozco: no tengo ese nivelazo, y les pido disculpas por ello.

Así que seguiré pendiente de ver qué ocurre para intentar explicarlo lo mejor que sepa. Aunque si alguno me quiere prestar la bola de cristal, yo estaré encantado.

 

Manolo Montalt (@ManoloMontalt)

Director de La Taula Esportiva (NOU Radio)

 

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