Italia y Japón han protagonizado el que hasta la fecha es el gran partido de la Copa Confederaciones 2013, una locura futbolística en la que se han visto cuatro goles y un montón de alternativas en el marcador. Seguramente a Italia le sorprendió la gran actitud de Japón en la primera parte y por ello se vio muy pronto por debajo en el resultado.
El árbitro ayudó a ello al señalar como penalti una acción de Buffon que no lo fue. Honda, jugador del CSKA de Moscú, no desaprovechó el regalo arbitral y puso patas arriba el Grupo A de la Confederaciones. Un grupo que todavía se vería más convulsionado cuando Kagawa anotaba el 0-2 en plena combustión del juego de Italia, selección incapaz de enlazar varios pases con sentido y totalmente a merced de unos jugadores japoneses que ‘volaban’ sobre el césped de Recife.
Pero una cosa es que Italia se vea por debajo en el marcador y en el aspecto futbolístico y otra muy distinta que deje de luchar por volver al partido. Y así sucedió, y además antes del descanso con la enorme carga psicológica que ello conlleva. De Rossi recortaba distancias de cabeza en el minuto 41 y auguraba una segunda parte apasionante.
Pero cualquier adjetivo se quedaría corto para definir el gran espectáculo ofrecido por Italia y Japón en la segunda parte. Antes del minuto 10 el marcador ya era de 3-2 después de que primero Uchida de marcase en propia puerta el empate italiano en una jugada desafortunada y de falta de picardía en la defensa nipona, y luego el árbritro argentino compensase su error del primer penalti con otro error pero esta vez a favor de Italia. Balotelli no lo desaprovechaba y le daba a su país la ventaja en el partido por primera vez en toda la noche.
En un suspiro las ilusiones de Japón se habían desvanecido por culpa de la eficacia y competitividad de Italia, que una vez que comprobó la inseguridad defensiva de los asiáticos se lanzó a sentenciar. Pero los de Zaccheroni no estaban dispuestos a quedar eliminados sin plantar batalla, y cuando parecía que se iban a hundir por los goles encajados sacaron a relucir toda la calidad y el orgullo que atesoran.
Okazaki empató a falta de veinte minutos y a partir de ahí se vivieron quince minutos de delirio tanto en el césped como en las gradas, donde los aficionados alucinaban viendo la intensidad, el coraje y sobre todo las exquisitas combinaciones de una selección de Japón que por momentos humillaba a la todopoderosa Italia. Hasta tres postes y varias acciones más de peligro tuvo Japón para ponerse por delante antes de que el dios del fútbol se encargase de mantener la tradicional leyenda de Italia. Fue un momento de respiro que se dio el combinado asiático en el minuto 86 con el partido completamente volcado sobre la portería de Buffon y llegar la jugada de Italia que finalizó Giovinco para el 4-3 definitivo.
Las esperanzas japonesas se rompieron en mil pedazos, aunque aún apretaron un poco más en el descuento para incluso ver como se les anulaba correctamente un gol. Italia jugó mal la mayor parte del partido ante un rival que ofreció una cara muy distinta a la que se vio contra Brasil. Japón fue mejor y mereció más, pero el fútbol no entiende de justicia y sí del peso y oficio de una camiseta tan legendaria como la de la ‘Azzurra’.
Ficha técnica
Italia: Buffon, Maggio (Abate), Chiellini, De Sciglio, Aquilani (Giovinco), Balotelli, Barzagli, De Rossi, Montolivo, Pirlo y Giaccherini (Marchisio).
Japón: Kawashima, Honda, Nagatomo, Uchida (Sakai), Endo, Okazaki, Kagawa, Konno, Hasebe (Nakamura), Maeda (Havenaar) y Yoshida.
Goles: 0-1 Honda de penalti m.21, 0-2 Kagawa m.33, 1-2 De Rossi m.41, 2-2 Uchida en propia puerta m.50, 3-2 Balotelli de penalti m.52, 3-3 Okazaki m.69 y 4-3 Giovinco m.86.
Árbitro: Diego Abal (Argentina). Enseñó tarjeta amarilla a Buffon y De Rossi en Italia y a Hasebe y Konno en Japón.
Incidencias: Partido de la segunda jornada en el Grupo A de la Copa Confederaciones disputado en el estadio Arena Pernambuco de Recife.