La épica no quiso aliarse con el Levante UDDM

El pabellón de El Cabañal engalanado con sus mejores galas recibía a todo un Primera División, el Burela Pescados Rubén. Los valencianos conocedores de la potencia de su rival salieron concentrados y con una asfixiante presión en toda la pista. Fruto de esa presión llegó el penalti a los cinco minutos. Jordi Lledó no desaprovechó la oportunidad y firmó un escenario perfecto para los de José Escrich. Los gallegos necesitaban avanzar a los cuartos de final tras quedarse fuera de la Copa de España 2014 por un gol. Con el paso de los minutos fueron cayendo las ocasiones visitantes. Sin embargo, un excelso Toni Climent desarmó todas las opciones del Burela con paradas de mérito. Al descanso el Levante vencía por la mínima siguiendo el guión soñado.

Tras la reanudación los gallegos debían revolucionar el partido. Dicho y hecho. En apenas 4 minutos habían revertido la situación y creado un a distancia de seguridad. Antoñito empató al aprovechar un balón muerto tras golpear en el poste para empatar. Acto seguido con polémica arbitral, Matamoros saca un latigazo certero para adelantarse. Y sin poder parase a respirar y pensar, Antoñito de nuevo golpeaba a los levantinistas con el 1-3. Lejos de amedrentarse y darse por vencidos, los de José Escrich mostraron su mejor versión. El despliegue ofensivo fue total. José Revert, Pedro y Jordi Lledó dispusieron de las mejores ocasiones para volver a meterse en el partido.

Los de Burela, acostumbrados al mal tiempo, aguantaron el vendaval local como podían. El tiempo corría contra los valencianos y los nervios estaban a flor de piel. Márquez, ya con el portero jugador en liza, forzaba un doble penalti. Jordi Lledó de nuevo apuntaba y fusilaba a Edu para darle emoción a los minutos finales con el 2-3. El Levante movía y movía y en con menos de un minuto para la conclusión, disponía del empate. Aunque Burrito robaba el último balón para matar el encuentro y dejar el 2-4 final.

Los valencianos dieron la cara en todo momento, demostrando la mejoría de las últimas semanas. Por momentos dio la sensación de que el Levante era el equipo de Primera División. Gracias en parte al apoyo de la grada. Una derrota que deja buenas sensación para la segunda parte de la temporada. 

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