La primera goleada de Djukic

Y así llegamos al último día. Mañana domingo leeréis, escrita ya desde Valencia, la última bitácora de un cuaderno que se abrió con mucha ilusión hace diez días, y que afronta sus horas finales con una mezcla de morriña por el regreso y de satisfacción por el trabajo realizado en Speyer. Éramos noveles, teníamos un reto enorme por delante y, al menos, podemos decir que hemos echado el resto. para contaros todos los entresijos del ‘stage’ en Alemania.

La penúltima jornada de trabajo en el complejo hotelero de Binshof sirvió para constatar varias cosas. La primera y fundamental: que el cocinero del equipo, Riétalo, es uno de los tipos más atentos con los que me he topado en muchos años de profesión. Ayer tocó desgustación de una fideuá que estaba en su punto, perfecta, y eso que no soy de pescado. Sabía a mar. Sabía a gloria. Demonios, sabía a Valencia.

También comprobamos que corren aires de renovación en todos los estamentos. A última hora llegó el presidente al hotel, y en la cena posterior pudimos confirmar, sin entrar demasiado en detalles, que la comunicación que mantiene con Djukic es enorme. Sintonía total. Con matices, es difícil pensar que puedan surgir divergencias en estas etapas iniciales de su relación, dado que ambos son conscientes del sitio en el que están, de su situación financiera, del plan trazado para llegar al objetivo y del arduo camino que queda por delante. Por cierto, que no se me olvide loar el discurso de Fernando Álvarez (Marca), sentido y sensato. ¡Cómo se notan las tablas de los medios nacionales!

Por cierto, el técnico valencianista obtuvo al fin su primer triunfo esta pretemporada. Con goleada incluida. Ojo, el rival no era una perita en dulce: el equipo de periodistas, capitaneado por el radiofónico Rafa Villarejo (Cadena Cope), dio guerra hasta el final. Villarejo anotó uno de los tantos tras asistencia de servidor, y Nacho (cámara de Canal Nou) hizo el otro. Con bestias pardas enfrente como Miroslav Djukic, el preparador físico Dejan Illic o los recuperadores Andreu Gramaje o el ‘Iron Man’ Jordi Sorlí, los plumillas salimos relativamente contentos del envite.

Al final hemos acabado cogiendo cariño al calor de la habituación, a los mosquitos tamaño ‘king-size’, a la camarera lenteja del hotel del equipo, a las ‘brezels’ típicas de Speyer y a la Big FM teutona que suena a todo trapo en el coche durante nuestros trayectos del hotel al entrenamiento y del entrenamento al hotel. Pero ‘el bucle’ -así llamamos a la rutina de 16 horas diarias de trabajo– termina hoy. Sesión de entrenamiento, comida, viaje a Ludwigsburg para el amistoso ante el Stuttgart -televisado, por cierto, en GolT-, aeropuerto y regreso a Valencia. Diez días, como decíamos antes, de experiencia positiva e inolvidable. 

 

Paco Polit (@pacopolit)

VLC NEWS – Speyer (Alemania)

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