La sorpresa de Buceta a sus padres

Uno de los contras más grandes que tiene la carrera de un deportista profesional es que en muchas ocasiones te alejas de tus seres más queridos. Este camino lo tuvo que coger Ana Buceta en el verano de 2012, cuando dejo Moaña, un pueblo costero de Galicia, para venir a jugar en el Levante.

Aprovechando que el primer equipo viajaba a Vigo para jugar contra el Celta, Buceta se unió a la expedición para reencontrarse con su familia. La jugadora quiso darles una sorpresa a sus padres, sin que ellos supiesen absolutamente nada, la joven granota se presentó en su casa después de dos meses fuera.

El rostro de emoción y alegría de sus familiares es algo que seguro pocas veces habrán experimentado. El orgullo de ver a tu hija que está triunfando en la elite del fútbol con tan solo 20 años. Buceta pudo pasar un día entero con su familia, poco tiempo pero que se valora mucho cuando estas lejos de tu casa.

El domingo por la mañana, Ana anotó dos tantos en la victoria de su equipo en el derbi contra el valencia. 24 horas después vivió una alegría similar, quizás menos mediática, pero seguro que igual de placentera.

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