Salvo y las duras negociaciones por el préstamo de Bankia y el convenio con los Veteranos

La semana empezaba con dos ‘toros’ complicados de lidiar para el club, y ha terminado con dos amagos de incendio sofocados en silencio y sin apenas repercusión.

El consejo de administración del Valencia viene reuniéndose a menudo en el último mes, y las estrategias con las que ha afrontado los diversos problemas surgidos del proceso de venta y derivados han provisto a Amadeo Salvo y sus colaboradores con una rápida capacidad de respuesta.

CRISIS CON LOS VETERANOS PARALIZADA PERO NO SOLVENTADA

El mejor ejemplo lo muestra la polémica surgida en torno a los veteranos del Valencia y al tristemente célebre burofax recibido por la Asociación de Futbolistas VCF, dejando sin efecto el convenio bianual que club y veteranos tenían suscrito y, a efectos prácticos, arrebatándoles su sede social.

El club tuvo constancia del requerimiento enviado por los asesores de Ernst&Young a los veteranos -los especialistas se escudaron en que Meriton actúa de la misma manera siempre que entra en el capital social de una empresa-, y maniobró para corregirlo a última hora, el lunes 30 por la tarde. No fue suficiente para evitar la polémica.

Amadeo Salvo dejó rubricado un nuevo contrato el lunes, con su firma estampada, en el que se prorrogaba la vinculación con la Asociación de Futbolistas del Valencia por un año. Tras las informaciones aparecidas a primera hora del martes, el Valencia emitió un comunicado matizando la gravedad de los hechos. Los ex futbolistas pudieron recoger el contrato de las oficinas del club y revisarlo horas después. Su presidente Fernando Giner recogió el documento el martes por la tarde, minutos antes de la reunión informal del Patronato.

El ex futbolista, que representa como patrono a los Veteranos dentro de la FVCF, había avisado ya del burofax que dejaba a la Asociación de Futbolistas sin sede cinco días antes, en la reunión informal que tuvo lugar en el restaurante Suecia 15.

El malentendido ya está aclarado pero sigue sin estar resuelto. El próximo martes 8 de julio se ha convocado una reunión de la Junta Directiva de la Asociación de Futbolistas. Allí se discutirá el nuevo contrato propuesto por Salvo. Según fuentes consultadas por Valencia News, los Veteranos no tienen previsto rubricarlo.

En cambio, propondrán al Valencia una contraoferta en forma de convenio a largo plazo -más de dos años-, renovable automáticamente y que recoja todos los compromisos verbales a los que se ha comprometido Amadeo Salvo en cada uno de los contactos que ha mantenido con los exjugadores en los últimos doce meses de mandato.

Uno de ellos, por descontado, el compromiso de que los futbolistas de la primer plantilla donen el 0’5% de sus fichas a la Fundación VCF y otro 0’5% a la Asociación de Futbolistas del VCF para ayudar a su viabilidad y crecimiento. Los Veteranos creen que el club aceptará unas peticiones razonables y que en pocos días el problema estará resuelto.

TENSIÓN CON BANKIA POR LA PRÓRROGA DE LOS 230 MILLONES

Lo de la prórroga de los 230 millones de euros fue otro cantar. El pasado 27 de junio terminó el plazo para que el Valencia abonase una cantidad astronómica y de la que la entidad no dispone, ni dispondrá, a corto plazo. Como viene siendo habitual, en el club se tenía constancia de que Bankia no iba a ‘apretar’ y de que la entidad financiera pondría facilidades para ampliar un mes más, hasta el 27 de julio, el vencimiento del crédito.

Sin embargo, una vez pasado el fin de semana, y siempre según fuentes del Valencia, hubo tensiones con el departamento de Riesgos de Bankia, encabezado por Juan Carlos Estepa. Su número dos y mano derecha, Ángel Luis Saiz de Moratilla -que acudió a varias de las reuniones de la Comisión Gestora del proceso de venta en calidad de representante del banco-, comunicó a la directora financiera del club, Inmaculada Ibáñez, de que no habría problema en prorrogar un mes más el plazo, aunque el Valencia sí debería abonar una cantidad de unos 200.000 euros como penalización por el retraso.

Ibáñez se negó en redondo aludiendo a anteriores prórrogas en las que no se había indemnizado al banco y devolvió la respuesta del club a las oficinas centrales del banco. De nuevo según fuentes del Valencia, la contraoferta de Bankia no fue eliminar la penalización, sino aumentarla a un millón de euros -para cobrarles las indemnizaciones que no había percibido de prórrogas anteriores-.

En ese punto, Ibáñez puso sobre aviso al presidente del club. Amadeo Salvo, muy enfadado, negoció directamente con el banco. Al final, la prórroga por los 230 millones se ha suscrito sin que el club abone ni un euro. El 27 de julio termina el nuevo plazo.

Cabe destacar, eso sí, que Bankia niega tajantemente a Valencia News la versión del club y destaca que la prórroga de un mes se aplicó de la misma manera que en fechas anteriores. El banco sostiene que su intención no es poner trabas en un proceso de venta en el que también fue protagonista en los últimos días por la polémica de las garantías judiciales requeridas por Meriton y también por los contratos reclamados por Salvo, que el banco asegura ya han sido enviados en su totalidad al magnate de Singapur.

Foto: VLC NEWS

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