Algunos jugadores optaron por marcharse en coche de alquiler a ver la ciudad. Otros, por su parte, se montaron en el taxi para irse al centro a ver la catedral de Speyer. Sin embargo, la mayoría optó por dos soluciones: la más conservadora, la de quedarse en el hotel a echar la siesta y luego jugar un rato al tenis de mesa o a la videoconsola –Ricardo Costa y Fede son dos de los que manejan la pala con soltura-; y otro grupo numeroso se marchó a la feria de Speyer en bicicleta.
Allí, chavales como Víctor Ruíz, Parejo, Piatti, Míchel o Javi Fuego ‘fundieron’ los puestos ambulantes de juegos en la feria: el lanzamiento de bolas y tiro al blanco con escopeta de balines fueron los pasatiempos favoritos. Canales y Barragán, más tranquilos, optaron por subirse a la noria para disfrutar de las vistas de la ciudad teutona.
El grupo estuvo un par de horas disfrutando de la ‘Brezel Fest’, cuyo nombre hace referencia a la rosquilla típica -con forma de corazón- de la localidad, para después regresar de nuevo al hotel en bicicleta.