Lucentum, el ocaso de un histórico del basket valenciano

El club ha vivido dos años de éxitos deportivos que al llegar el verano, irremediablemente, acababan en desastre administrativo. Primero, un descenso a la Adecco Oro con un concurso de acreedores por medio y el reclamo de 700.000 euros a la Generalitat en concepto de patrocinio que se quedaron por el camino. Eso, en el verano de 2012.

Después, una caída aún más dura tras lograr deportivamente la vuelta a la ACB ganando el play off de ascenso en la cancha del Andorra, en un dramático quinto partido con el entrenador más joven del baloncesto nacional y una plantilla de ensueño. Esto, en junio de 2013.

Este viernes, el mismo Lucentum que hace dos temporadas se peleaba con el Valencia Basket y los gigantes Barça y Real Madrid en la segunda mejor liga del mundo, ha presentado un modesto proyecto para jugar en Primera Nacional, la quinta categoría por importancia del baloncesto español.

Un día triste para la afición, por mucho que el máximo accionista del club, que no es otro que el Ayuntamiento de Alicante (posee el 70% de las acciones) se haya empeñado en pintarlo de ilusión y apuesta por la cantera. Una cantera, que por otra parte, no ha ‘fabricado’ ningún jugador capaz de entrar en una rotación de un equipo medio de Adecco Oro en los últimos 20 años.

Antonio Gallego, un conocido del baloncesto alicantino,se pondrá al frente de la presidencia del nuevo Lucentum, después de la renuncia de anterior mandatario, Luis Castillo. Le acompañarán gente de la canasta como Daniel Adriasola en la vicepresidencia, y un histórico del baloncesto español como Tomás Jofresa. La consultora del ex jugador de la selección nacional, T&T, será la encargada de asesorar al nuevo equipo directivo.

El banquillo del Lucentum será para Kuko Cruza, otro conocido de las canchas alicantinas, y se piensa en una plantilla joven, de chicos alicantinos en su mayoría y formados en la cantera. En la retina de muchos de ellos, seguro, quedan jugadores como José Calderón o Kyle Singler, estrellas ahora de la NBA, y otros grandes como Pedro Llompart y Darryl Middleton. Todos ellos han vestido la ‘samarreta’ alicantina en los años dorados del club.

Pero los años dorados han pasado a mejor vida. El Concejal de Hacienda del consistorio alicantino y miembro del Consejo de Administración del club, Juan Seva, hablaba en la presentación de la nueva directiva de que “no es tiempo para pensar en proyectos deportivos que no se pueden realizar”. Una clara alusión a la apuesta que el pasado año hizo el club al querer competir en Adecco Oro y con un equipo que luchara por el ascenso.

El Lucentum acababa de aprobar el mejor convenio de acreedores de la historia del deporte español, con una quita del 80% en una deuda de casi diez millones de euros, que permitió la salvación económica de la entidad. Un concurso que el club tardará diez años en pagar. Pero la salvación administrativa no vino acompañada de ningún patrocinador que quisiera apoyar al equipo en la segunda división, ni de apoyo institucional más allá de los 500.000 euros que cada temporada aporta el Ayuntamiento de Alicante y un aval de 200.000 que puso personalmente el presidente Luis Castillo. Así que el Lucentum compitió, y ascendió, en la más absoluta soledad.

Ni instituciones ni empresarios acudieron a la llamada

Muchos se preguntaron este verano si no era mejor dejarse vencer por el Andorra y no conseguir el ascenso a la Liga Endesa, porque como se confirmaría días atrás, el club ni tenía los 1,8 millones necesarios para volver a ACB, ni tenía siquiera dinero para jugar en EBA. Las llamadas a la Diputación de Alicante no tuvieron respuesta, ni las que se lanzaron a los empresarios alicantinos. Y en medio, el Consell instaba al equipo a abandonar su pabellón, el Centro de Tecnificación, por una deuda de 20.000 euros. Días de pesadilla.

El club tiene comprometidos cada año 300.000 euros con la Seguridad Social por ese convenio acordado, más una deuda de 150.000 euros generada la presente temporada, más los compromisos con la cantera, más todos los gastos corrientes… Las cuentas no salen en un club que no genera ingresos y que deja a la provincia de Alicante sin baloncesto de primer nivel. Se queda sólo el Valencia Basket en su caminar por la mejor liga de Europa. El Lucentum baja a lo más hondo de la pirámide del baloncesto, pero conserva su canon de ACB. Y eso basta para aferrarse al sueño de rememorar algún día esos años dorados y poder olvidar la pesadilla.

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