Abatidos por la derrota. Tras un balance de 16 victorias y solo un par de derrotas en la Eurocup, el Khimki tuvo que despedirse de la segunda competición europea después de no poder remontar los 16 puntos de desventaja que arrastraba de la ida ante el Valencia Basket. Una vez eliminados, Marko Popovic no tuvo reparos en admitir que cree que «el Valencia Basket jugará la final contra el Unics. Tuvimos nuestra opción, pero esto es deporte. Si hubiésemos jugado como hoy en Valencia, ahora mismo estaríamos en los cuartos de final».
Casi todos los jugadores del conjunto amarillo achacaron falta de frescura como causa del desvanecimiento en el último minuto. «Tuvimos una gran oportunidad con el +21, pero se empleó mucha energía en remontar los 16 puntos. Es una lástima, pero no podemos llorar. Tuvimos opciones, pero no teníamos suficiente rotación sin nuestro capitán Monya, que da estabilidad al grupo, y sin Paul Davis», subrayó el base croata, que tuvo el último tiro del choque.
Por su parte, su compatriota Kresimir Loncar quiso agradecer el esfuerzo de sus compañeros en busca del milagro. «Hemos luchado como si fuese el último partido de nuestras vidas, lo dimos todo, el 200%. Es una pena que hayamos perdido de esta manera, en los últimos segundos. Al final de toda la lucha que pusimos, un tiro decidió el devenir de la eliminatoria», confesó el pívot balcánico.
Por último, el entrenador Rimas Kurtinaitis aseguró que «antes del partido habían muchos escépticos que decían que el Khimki no podía remontar. Además, hoy perdimos a dos jugadores muy importantes como Monya y Davis. De todas formas, jugamos con seis jugadores y ganamos el partido. A pesar de la decepción estoy satisfecho por la forma en la que se luchó. No tuvimos mucho tiempo para prepararnos, pero no puedo culpar a mis jugadores después del esfuerzo que han puesto. Me gustaría felicitar al Valencia y a Perasovic y desearles suerte en el futuro».
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