Marrones a estribor

La pretemporada, como algo numérico o estadístico, no vale para nada. Para hacer un poquito de caja si se puede, para conjuntar al equipo y para cargar pilas. Poco más. Es verdad que tiene su vertiente emocional interesante y cuya influencia en la parte económica -véase socios- puede tener una pequeña repercusión. Pero repito: poco mas.

La pretemporada será buena si el Valencia, el 17 de agosto, le gana al Málaga en Mestalla.

Pero sí es verdad que la pretemporada es el espejo donde mirar si estamos guapos, feos, necesitamos un lifting o una reconstrucción en toda regla. Aquí empiezan los marrones. El equipo en este momento tiene varios: el primero la Soldado-dependencia, que es tremenda. La duda es fichar un punta o no, y la duda se amplia porque si el City ha pagado 28 millones de euros por Negredo, ¿por qué alguien no pagará 30 por Soldado?

La portería sigue sin vaciarse -segundo marrón- y, por los últimos movimientos, si se mueve será para lograr un mínimo desembolso. Marrón tres: qué hacer con Rami, y mas marrón si se marcha y no hemos peinado el mercado. Albiol ha cruzado el charco a Nápoles y las opciones se van acabando. Marrón cuatro: qué hacer con los Ruiz, Piatti y demás. Y el gran marrón: qué fichar, cómo fichar, cómo pagar y cómo ilusionar.

Como decía al principio, la pretemporada no vale para nada. Como diría un buen amigo, no suma y restar, puede restar. Llevamos dos ‘bolos’ y la gente ya empieza a tener dudas. La afición del Valencia, cuando se aburre -y sin fútbol, se aburre mucho-, empieza a ver y crear fantasmas tremendosPero esa es la afición que lee con locura las crónicas de Paco, nuestro enviado especial, en VLC NEWSQue espera los informativos de la tele para que le cuenten cosas, que no se duerme hasta que la radio le susurra la última hora. Y si no le damos pan, pide circo.

En el Valencia CF el tema deportivo parece un letargo eterno, un bucle sin salida, en un momento de tanta duda que crea desazón e incertidumbre. Un consejo para los que toman decisiones: después de muchas pretemporadas ilusionantes y temporadas horribles, o de pretemporadas horribles y temporadas magnificas… Calma, por favor.

Los grandes equipos no pueden moverse por nervios o sensaciones. Deben hacerlo por profesionalidad y organización. El Valencia debe entrar en esa dinámica, porque moverse por impulsos emocionales es muy mal compañero de viaje. El peor compañero de viaje.

 

Carlos Egea (@cegeavivo)

Periodista TVV

Ir arriba