Jeremy Mathieu no jugó el pasado fin de semana, al encontrarse sancionado por acumulación de amonestaciones en la última jornada de la temporada pasada. Sin embargo, al galo no le ha gustado ni un pelo el hecho de haber probado, en los últimos dos entrenamientos, con el peto de suplente en detrimento de la pareja formada por Ricardo Costa y Adil Rami.
«Estoy un poco enfadado, pero no pasa nada», dijo el francés. «La temporada será larga y de momento espero mi momento. Pero también voy a hablar un poco. No quiero estar toda la temporada en el banquillo, es normal. De momento esperaré», agregó.
Mathieu cree que hay un doble rasero respecto a su persona, teniendo en cuenta que otros compañeros han protestado por su suplencia y les ha salido bien: «Vamos a hablar con el mister, respeto su decisión. Yo también quiero jugar. Me voy a esperar al fin de semana a ver si va a cambiar cosas, pero yo estoy en el Valencia para jugar. Me siento muy bien aquí. Hay jugadores que quieren salir del Valencia y al final juegan», denunció, en clara alusión a Adil Rami.
Mathieu, que también dijo públicamente que no quiere jugar de lateral -lleva meses confesando a su círculo íntimo que emplearse en esa demarcación le agrava los dolores en los tendones de ambos pies- y que renovó y amplió su contrato hace dos meses, sigue en la agenda de varios clubes como el FC Barcelona, que todavía no ha encontrado a un central de su gusto para reforzar la zaga. Quedan diez días de mercado, y puede pasar de todo.