El rostro de Francisco Joaquín ‘Rufete’ era todo un poema al descanso. El manager general del Valencia CF acudió, junto al director general Luis Cervera, a la Ciudad Deportiva de Buñol a presenciar el derbi de filiales entre Levante B y Valencia Mestalla, y lo que vio en la primera mitad le dejó pensativo, dándole vueltas a lo ocurrido. No saber aprovechar una superioridad numérica, la expulsión del portero y encajar dos goles en apenas cinco minutos tras dos errores defensivos sumieron al ex jugador en un profundo estado de reflexión.
La dinámica del Valencia Mestalla en 2014 es absolutamente escalofriante. De los doce encuentros que han jugado los de Nico Estévez este año, con 36 puntos en liza, el filial apenas ha sumado nueve, con sólo dos victorias ante Atlético Baleares y Constancia. Una cuarta parte de los puntos en juego. Una racha nefasta que ha hundido al equipo en la clasificación hasta llevarlo a la 16ª posición, con 32 puntos que le obligarían a disputar la promoción para no bajar y a sólo dos puntos de caer a puestos de descenso directo.
La alerta roja ha sido decretada en todos los estamentos del club ante la cercanía de un posible descenso a Tercera. Jugadores, cuerpo técnico del filial y cúpula directiva de la Academia coinciden en apuntar a la bisoñez del equipo en momentos clave de los partidos y a la falta de gol como motivos que explicarían la mala racha. Las bajas en defensa tampoco han contribuido: a las ausencias de Delgado y Kaiser se les une la marcha de Quintanilla el pasado mes de enero, y la no convocatoria de Tendillo por motivos deportivos.
El calendario que aguarda al filial es sobrecogedor: siete finales ante equipos poderosos, varios de ellos filiales de conjuntos de Primera División. La semana que viene los de Estevez reciben al Elche Ilicitano, sexto clasificado y que lucha por ascender, en el Antonio Puchades de Paterna. Las seis jornadas restantes son de aúpa: visita al Villarreal B, recibir a Huracán Valencia, salida al Camp d’Esports de Lleida, recibir en casa a la UE Prat, jugar en la cancha del Espanyol B y cerrar la temporada en Paterna ante el Sant Andreu, que también lucha por no descender.
LOS AUSENTES ANIMAN A SUS COMPAÑEROS
Hombres como Kaiser, Lion Kaak o el lesionado Carlos Delgado, que sigue cumpliendo plazos en su recuperación -esta semana le serán retirados los puntos tras la operación en el peroné-, sufrieron desde la grada la derrota de sus compañeros. El central departió con Rufete durante el descanso -en la imagen superior- y tuvo que ver el partido en el palco debido a la escayola que todavía lleva en la pierna. El capitán Portu, no convocado por cumplir ciclo de amonestaciones, también quiso hacer piña en la Ciudad Deportiva de Buñol. Todos ellos aprovecharon el final del choque para animar al vestuario.
RUBÉN GARCÍA, OTRO INCONDICIONAL
Rubén García Santos tuvo una jornada de sábado completa, con partido en Cornellà-El Prat y regreso en avión charter de madrugada. Ambas circunstancias no fueron óbice para que el jugador levantinista acudiese a Buñol a animar al filial granota.
LA DESESPERACIÓN DE JAUME
El portero blanquinegro, Jaume Domenech, se mordió la uñas durante gran parte del choque desde la grada. El de Almenara fue injustamente expulsado por un presunto derribo sobre Fonte, que le costó la cartulina roja. El meta vio la segunda mitad camuflado en la grada junto a los aficionados visitantes y acompañado de varios miembros del cuerpo técnico valencianista. El Valencia recurrirá su expulsión, aunque hay pesimismo respecto a las posibilidades de que el recurso prospere.
Fotos: VLC NEWS