Se han dado pocos casos de sagas familiares ligadas al ámbito futbolístico al más alto nivel. Una de las más recientes en empezar a madurar es la de la familia Tendillo: Miguel, el padre, fue un central célebre en el Valencia de los años ochenta durante ocho temporadas antes de proseguir su camino en clubes como Murcia, Real Madrid o Real Burgos. Y su hijo pequeño, Alberto Tendillo (Valencia, 1995), sigue sus pasos practicamente al pie de la letra.
Debutó la temporada pasada en el filial blanquinegro procedente del juvenil A, última etapa de una trayectoria que le ha llevado por todas las categorías inferiores de Paterna desde los seis años. El premio a un temporada notable llegó hace escasas semanas, cuando la selección española le reclutó de urgencia para disputar el torneo del COTIF en L’Alcudia. Llegar y vencer: España se alzó con el trofeo tras ganar en la final por la mínima (1-0) a Argentina. Con portería a cero gracias, entre otros, al trabajo de este central joven aunque sobradamente preparado.
¿Qué tal la experiencia en el COTIF con la selección española sub 19?
Era la primera vez que iba, y es una experiencia inolvidable. ¡Y más si ganas! Estar entre esos compañeros es algo muy bonito. He aprendido a valorar el compañerismo, tras comprobar cómo me acogieron.
¿Qué le parecen los cambios que Rufete ha introducido en la Academia?
Todo aquel que entra intenta mejorar, ¿no? Pienso que las cosas se están haciendo bien.
Usted tiene un espejo dónde mirarse como su padre, Miguel Tendillo. ¿Le condiciona como futbolista o es un referente para usted?
Mucha gente me pregunta si tengo presión por quien fue mi padre, pero creo que no hay que comparar. Cada uno es como es: dicen que nos parecemos en cosas, pero cada uno juega de una manera diferente. Sí creo que somos semejantes, por ejemplo, en la salida de balón. Pero una vez dentro del campo, el que juegas eres tú. Y ahí demuestras si vales o no.
¿La definiría como su principal cualidad?
Creo que sí, la salida de balón es un aspecto importante. Tampoco soy lento… (Risas). Pero hay muchas cosas que mejorar, como la agresividad o la contundencia, y eso lo estoy aprendiendo en los entrenamientos con el Valencia Mestalla.
¿Qué objetivos se marca este año?
Ganarme un sitio en el equipo y jugar. Si no es en el filial, en el juvenil. Pero jugar con regularidad. Que las lesiones me respeten, ojalá. Y seguir progresando.
¿Qué le dice Nico Estévez? ¿Qué destacaría de él?
Que confía en mí, pero que hay que trabajar duro en los entrenamientos. A pesar de ser joven, es un técnico muy profesional. Todo lo explica muy bien antes de cada sesión, está muy encima de nosotros. Hace poco estaba en la cantera del Valencia, y míralo dónde ha llegado tan pronto.
El debut no ha sido demasiado prometedor… ¿Le falta al Mestalla experiencia para cerrar los partidos?
Tampoco soy el más indicado para responderlo, ¡tengo dieciocho años! Pero sí que el hecho de ser tan jóvenes hace que, a veces, no ‘mates’ los partidos. En la primera jornada hicimos un partidazo y el empate nos llega tras una jugada aislada.
¿Los ánimos siguen altos en el vestuario?
El vestuario es bueno, estamos muy bien. Es increíble cómo acoge a cualquier jugador que viene, y ellos mismos intentan incorporarse lo antes posible. Hiroshi, por ejemplo, ha recibido bromas de los ‘veteranos’, de Portu, de Carlos Delgado… (Risas).
Usted alterna el filial con el juvenil. ¿Cómo es eso de encontrar, en los pasillos de Paterna, a futbolistas míticos como Baraja, Angulo o Curro Torres?
Es un orgullo. Tener a Rubén Baraja de entrenador en el juvenil A, a Curro, Angulo… Es un orgullo, yo les veía jugar de pequeñito y eran ídolos. Es una pasada. ¡También Rufete! Rufete está muy pendiente de nosotros y de toda la escuela. Conoce a casi todos los jugadores, es importantísimo. Te pregunta cómo estás entrenamientos, por tu situación, y eso te agradece.
¿Se nota este año más apoyo a la cantera?
Eso no quiere decir que antes no se nos apoyara. Es muy parecido. Sí que es cierto que ahora se quiere incentivar el trabajo de cantera, pero no quiere decir que antes no se hiciera.
Volvamos al COTIF. Ya se ha puesto la camiseta de la selección española. Eso no lo pueden decir muchos.
La verdad es que no me lo esperaba, no esperaba que me llamase la selección. Representar a tu país es muy grande. El momento del himno… Mi madre estaba en la grada y se puso a llorar. Toda mi familia estaba en la grada.
¿Y qué le dijo su padre tras debutar como internacional?
Me dio la enhorabuena, me dio un abrazo y me dijo que siguiera disfrutando de algo tan bonito. Y cuándo ganamos la final la alegría fue inmensa en casa.
